viernes, 7 de mayo de 2010

ESTUDIOS BÍBLICOS EN LAS IGLESIAS EN CASAS: ¿CÓMO REDUCIR TU CARGA? RESTAURANDO EL MARGEN EN LAS VIDAS RECARGADAS



¿CÓMO REDUCIR TU CARGA?
Restaurando el Margen en las Vidas Recargadas
Por Dr. David E. Ramirez; 
Editado y adaptado para Cristo en Casa por Gabriel Gil Arancibia, Pastor Principal


Hoy hablaremos de cómo reducir el peso, la carga de tu vida. Jesús sintetizó el secreto del manejo de una vida recargada en una oración. Mateo 11: 28-29 nos dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso”.

En estos versículos bíblicos hay tres cosas que nos dicen que hagamos.  Si haces estas cosas tu nivel de stress va a descender, tu nivel de satisfacción se va a incrementar y la sobrecarga será más liviana.  ¡Esto es lo que tú necesitas! Este puede ser un momento de cambio trascendental si practicas lo que enseña Jesús. 

PRIMERO: VUÉLVETE a Jesús.

 Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar (v.28). El primer paso es “volverse a Jesús”, venir a Cristo. En la Biblia encontramos a gente que vino a Jesús por diferentes razones.  Algunas personas vinieron en busca de perdón, algunos vinieron buscando respuestas, otros vinieron en busca de comida, sanidad, salvación, vida eterna, etc. Pero Jesús también dijo que podíamos venir a Él para encontrar descanso.  Él dijo: ¿estás stresado, sobrecargado, agobiado? “Ven a mi”. 

Jesús dijo que nos daría descanso para el alma.  Esto es más profundo que un descanso físico.  Tu problema más grande no son los músculos sobrecargados.  Es más, algunos de ustedes deberían usar sus músculos un poco más (tal vez estás blando).  No es que tus músculos están sobrecargados; sino, tu mente está sobrecargada.  Estás sobrecargado en tu espíritu, en tus emociones. Necesitas descanso del alma mucho más que el descanso físico.  Necesitas liberarte de las preocupaciones, necesitas liberarte de las tensiones. Necesitas liberación del stress, de la culpa, de los temores, de los resentimientos, de la ansiedad; en esto consiste el descanso del alma.

¿A dónde vas cuando estás exhausto, agobiado, sobrecargado? Tal vez eres cristiano pero seguramente tu prioridad no es Cristo en tus momentos de agotamiento. Tal vez te vuelcas a la comida cuando estás exhausto. Tal vez vas a la televisión y levantas tus pies. Tal vez dependes de unas pastillas o del licor cuando estás cansado.  Tal vez tienes otras formas de escape.  Pero ninguna de estas cosas te pueden dar descanso verdadero. Solo Dios puede hacer descansar tu alma.

La Biblia en Isaías 40: 29 dice: “Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil….los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas”. La fortaleza para el alma viene de Dios, es una fortaleza sobrenatural, es una fuerza que viene de afuera de ti mismo.  ¿Cómo la obtienes? Sencillo: Espera en Dios (Leer Salmos 40:1-3).

El antídoto para tu alma sobrecargada no es un plan de manejo del tiempo, no es un programa especial de reducción del stress, no es una filosofía de cómo simplificar tu vida, no es una pastilla.  La solución se encuentra en una persona, Jesús.

El mundo enseña que cuando estás vacío por dentro debes hacer más cosas: “Si sólo pudiera hacer un poco más estaría en paz y descanso.  Si solo pudiera tener más dinero y posesiones tendría paz y descanso. Debo hacer más”. ¡Qué error!

Jesús dice que no es una cuestión de hacer más sino de venir a Él.  “Venid a mi”, no hay otro requisito, “Venid a mi”, es muy sencillo. Pero, ¿cómo hacer esto? ¿cómo acercarme a Cristo? Encuentra un lugar solitario y pasa tiempo con Dios, quédate en presencia de Dios sólo tú y Él. No te focalices tanto en ti, focalízate hacia Dios y comenzarás a sentir el toque de Dios en tu vida.

SEGUNDO: Cede el control.

Después de decir “vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas”, Jesús exclamó:  Acepten el yugo que les pongo (V.29).  La razón del porqué te cansas tanto, la razón de porqué estás sobrecargado, es porque piensas que debes estar en control de todas las cosas.  Tal vez dices: “Todo depende de mi, yo debo tirar las cuerdas, tengo que hacer que las cosas funcionen.  Yo debo estar en control”. ¡Mal! Depende de Dios que las cosas funcionen.  ¡Debes apreder a ceder el control!

Mientras más grande sea tu necesidad de controlar las cosas más proclive serás a la sobrecarga y al stress.  Debes volverte a Jesús y darle el control a Él .  Esta es la segunda solución para nuestra vida recargada. 

Jesús dijo “Acepten el yugo que les pongo”.  Tú puedes decir, “un momento, eso no parece tan relajante.  Es más bien como un peso adicional sobre mis hombros.  Tu no sabes Señor lo que ya estoy cargando.  Estoy cargando demasiado para tener que ponerme adicionalmente un yugo sobre mis hombros”.

Revisemos qué es un yugo:  La mayoría de ustedes no nacieron en el campo como para saber la función de un yugo.  El yugo es un pedazo de madera que une a dos animales (bueyes) para alivianar el peso y trabajar como equipo, no es un bosal; sino, es un madero que pones a dos  animales para unirlos y así puedan compartir la carga.  El propósito es hacer el trabajo más liviano. Así los animales pueden llevar más carga porque están trabajando juntos, el peso es compartido y así se hace más liviano. 

Jesús dijo “yo quiero que aceptes mi yugo” ¿Por qué usaría Jesús este símbolo? Porque el yugo es símbolo de trabajo compartido. Jesús nos dice:  “Yo te ayudaré con tus problemas, te voy ayudar a cargar con tu peso”. Jesús quiere que compartamos nuestra carga con Él.

En Salmos 55:22 la Biblia nos dice: “Encomienda a Dios tus afanes, y él te sostendrá”.  Una versión más moderna dice: “Deja a Dios tus preocupaciones y él te ayudará”. Dios tiene una espalda mucho más fuerte que la tuya.  Jesús está diciendo, “Únete a mi, conéctate conmigo, apégate a mi, ponte mi yugo y cargaré el peso contigo”.

Ceder a Dios el control de nuestras vidas, nuestros afanes, problemas y preocupaciones es lo más sabio que podamos hacer hoy, dejemos que Dios nos ayude con nuestras preocupaciones, permitamos a Jesús que nos ayude a cargar con nuestro cansancio físico, emocional y espiritual.

TERCERO: APRENDE UNA VIDA SENCILLA

Esta es la tercera clave para el manejo de una vida recargada.  Mateo 11: 29 nos dice:  “Aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso”. Jesús es nuestro modelo  de una vida con propósito y paz.

El aprendizaje es un proceso, no ocurre de la noche a la mañana, toma tiempo: ¿El problema en que te encuentras ahora no ocurrió ayer verdad?  Seguramente has venido destruyendo tu vida poco a poco.  Esos hábitos de vivir siempre apurado, un estilo de vida preocupado, no comenzaron ayer.  ¡Has estado practicando esto por años! Has desarrollado un estilo de vida de sobrecarga, de stress, un estilo de vida de preocupación y apuro (estar ocupado es una condición externa, estar apurado es una enfermedad del alma). 

Tienes que aprender a vivir de otra manera, tienes que aprender a vivir como Jesús, sin stress. El stress te está matando de apoco y también te puede matar de repente. 

Pero, ¿Qué pódemos aprender de Jesús? Aprende de Él que es apacible y humilde de corazón.  Apacible y humilde, ¿cómo puede esto ayudarme terminar con mi cansancio?  Preferimos mas bien que nos enseñen coraje, auto-confianza y fortaleza, poder y seguridad personal, pero Dios quiere que aprendas esto:  Las dos causas más grandes de una vida recargada son la agresión y la arrogancia.  Esto causa la sobrecarga.

CONCLUSIÓN:

Aprendamos a no ser tan autosuficientes, independientes, arrogantes y orgullosos; pidamos a Dios nos conceda un corazón sencillo, amable y piadoso. Seguramente nuestro estilo de vida cambiará y nuestra percepción del mundo se transformará.

El descanso verdadero radica en esto: 1) Acercarse a Jesús, 2) cederle el control de nuestras vidas y 3) aprender a vivir una vida sencilla. 

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