miércoles, 5 de mayo de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿CONOCES LOS PLANES DE DIOS PARA TU VIDA?


Dios quiere bendecirnos, esa es una verdad que declara de forma incontrovertible su Palabra y así lo recoge de forma clara el texto de hoy, depende de nosotros creerle a Dios, esa es una parte fundamental de la ecuación; pero para que esa bendición se manifieste en nuestras vidas se necesitan varias cosas, algunas de ellas las explica el mensaje de hoy, disfrútenlo, medítenlo y créanlo; no se olviden que Cristo dijo que conforme a nuestra fe será hecho.

Saludos y bendiciones

José Luis
--------------------------------------
¿Conoces los planes de Dios para tu vida? 


Jeremías 29:11
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.”



Dios nos ama mucho. Este principio está perfectamente establecido a través de toda la Biblia, y se encuentra resumido en un versículo conocido por todos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Es tan imposible describir el amor de Dios para con nosotros, que el apóstol Juan simplemente pudo escribir de tal manera amó Dios al mundo...” ¿Cómo poder expresar con palabras el amor de Aquel que entregó a su único Hijo para que sufriera una muerte tan horrible en la cruz, con el fin de salvar de la condenación eterna a un mundo que le había dado la espalda?



Si bien el amor de Dios es tan grande, así también lo es su deseo de que vivamos vidas victoriosas llenas de paz y felicidad. El pasaje de hoy nos habla de los planes que Dios tiene para sus hijos. Son planes de bienestar con el fin de darnos un futuro y una esperanza. Lo lamentable es que muchas veces nos perdemos de esas bendiciones que Dios tiene para nosotros, simplemente porque actuamos siguiendo nuestra propia dirección en lugar de buscar la dirección de aquel que sabe perfectamente adonde desea llevarnos para que disfrutemos de ese futuro de felicidad.



Un hombre contó una historia de su juventud que ilustra la necesidad de incluir a Dios en nuestros planes y decisiones de cada día. Dijo que un día vinieron a hablar con él dos hermanos de los cuales se había hecho amigo. Aquellos hombres lo invitaron a unírseles en un proyecto comercial. La inversión inicial era sólo de 300 dólares, en partes iguales de $100 cada uno. Este hombre escuchó la propuesta, pero respondió: "No, no creo que funcionará". Y así terminó el asunto. Al cabo de los años, aquel hombre pudo comprobar la magnitud de su error al no seguir la dirección que los dos hermanos le propusieron. Lo que sucedió es que aquellos dos hombres, los hermanos Hertz, siguieron con el proyecto y fundaron la muy conocida compañía de renta de automóviles que lleva su nombre. Por sólo cien dólares, este hombre pudo haber sido el dueño de la tercera parte de esta multimillonaria empresa.



Ciertamente no todos los negocios que alguien nos propone van a tener el mismo éxito, pero todos los planes que provienen de Dios tienen un exitoso futuro totalmente garantizado. Para no perdernos de esas preciosas bendiciones es necesario que vivamos en una constante comunión con Dios, de manera que podamos conocer su voluntad en nuestras vidas. Si no entendemos sus direcciones no podremos seguir el camino que él tiene preparado. Muchas veces creemos entender que Dios quiere que hagamos algo determinado. Pero a lo mejor no es el Señor el que está hablando; a lo mejor somos nosotros mismos, la carne, que nos está comunicando algo que nosotros deseamos escuchar. O vaya usted a saber que otra voz estamos escuchando.



Constantemente están pasando por encima de nosotros una gran cantidad de ondas radiales, señales electrónicas que nosotros no podemos captar. Sin embargo, si encendemos un radio, podemos escuchar lo que alguien en la estación que sintonicemos está hablando. ¿Por qué? Porque el radio es un instrumento que está preparado para recibir esas señales. Por eso a los radios se les llama receptores. Dios nos habla constantemente, pero si nosotros no tenemos nuestros oídos espirituales listos para captar “las señales” del Señor, no vamos a entender lo que él quiere que hagamos con el fin de llevar a cabo sus planes en nuestras vidas. Si queremos ser receptores de las instrucciones de Dios, y por lo tanto disfrutar de sus planes de bienestar, tenemos que orar y leer la Biblia diariamente. De esta manera establecemos una clara comunicación con Dios que nos permitirá no sólo escuchar su voz sino entender con claridad lo que El desea trasmitirnos.



¿Quieres estar en perfecta sintonía con Dios? ¿Quieres conocer sus planes y disfrutarlos? Busca su rostro diariamente en oración. Lee su palabra todos los días. Medita en ella. Hazla parte de tu vida diaria. Y verás como poco a poco te resultará más fácil discernir la voluntad de Dios y disfrutar de los planes que El tiene para tu vida.



ORACIÓN: Padre santo, gracias te doy por los planes que tú tienes para mí. Dame un oído fino y un corazón receptivo para escuchar y obedecer tus instrucciones, y que esos planes se hagan realidad en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

No hay comentarios: