miércoles, 30 de junio de 2010

LIBERTAD FINANCIERA: SALIENDO DE LAS DEUDAS

David E RamirezSALIENDO DE LAS DEUDAS
Por Dr. David Ramírez, Pastor Fundador de Capilla del Valle –
Adaptado y corregido  por Mtr. Gabriel Gil Arancibia, Pastor Principal de CRISTO EN CASA


Lectura Bíblica para el Estudio: Lucas 15:11-20

Texto Principal: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti” (Lucas 15:18)

Verdad Central: Dios quiere que vivas feliz, pero es necesario salir de las deudas que nos presionan.


Lucas 15:11-16 (Versión Reina Valera 1960): 11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.




A muy pocos pastores les gusta tocar el tema del manejo del dinero, tal vez hay algunos que piensan que este no es un tema muy espiritual o que no es responsabilidad de ellos ayudar a las personas en esta área de sus vidas.  Pero cuando leemos las Escrituras encontramos que Jesús muy a menudo tocó el tema de las finanzas. Él nunca fue tímido en cuanto a desafiar a las personas para que gobernaran bien sus finanzas antes de que el dinero corrompiera o destruyera sus vidas. Jesús habló más de dinero en el Nuevo Testamento que del cielo e infierno combinado.

Se habla siete veces más en el NT de dinero que de la oración. Si bien es cierto que hay más de 500 versículos sobre la oración y la fe en el NT, hay más de 2000 versículos que tratan con el dinero y las posesiones. Tal vez fue por esto que Jesús dijo: “ …donde está tu tesoro ahí está tu corazón”. Él sabía que el dinero tiene el potencial de robarnos el corazón.

Desde muy temprano en mi ministerio aprendí lo importante de ayudar a las personas a manejar su dinero para que éste honre a Dios. Muchas personas con quién he trabajado han visto su vida prosperar porque han aplicado los principios bíblicos necesarios para tener una vida financiera que le de la gloria a Dios.

Ante la pregunta de, ¿Cómo podemos salir de las deudas?, debemos primero preguntarnos, ¿Cómo llegamos allí?

Hoy veremos cinco errores financieros que te pueden llevar a la avalancha de las deudas financieras.



1. El primer error es: Sobre estimar la importancia de la riqueza.  En Lucas 15, el joven protagonista de la historia está consumido por el mito de tener más. Él dijo: “ …si solo puedo conseguir más efectivo”. “Si solo pudiera conseguir más liquidez mi vida sería tremenda”.  En una ocasión el Rey Salomón dijo que “un buen nombre es más deseable que muchas riquezas”. También en Proverbios 23:4 dijo: “No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. Las riquezas desaparecen al guiño del ojo, las riquezas tienen alas, como las alas del águila, y volarán al cielo”.

Amigos, espero que no me interpreten mal. No es malo tener posesiones, pero no permitas que las posesiones te posean a ti. No creas a los mitos, que dicen “si tenemos más cosas seremos más felices”, “si tenemos más cosas, entonces tendremos más amigos”, “si acumulamos más cosas estaremos más seguros”. La verdad es que mientras más cosas tenemos, tenemos más para cuidar, para limpiar, pintar, reparar y asegurar. Recordemos que Mateo 6:19 dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.”

2. Lo segundo que puede producir una avalancha de presión financiera es algo pequeño llamado: Gratificación Instantánea. Miremos en Lucas 15, Jesús contó una historia. Un hombre tenía dos hijos. El hijo menor le dijo a su padre, “dame la parte de los bienes que me corresponde” (v.12). Así que el padre decidió dividir su herencia en dos partes para sus hijos. Es importante recordar que en esos días era una falta de respeto pedir esto a un padre. Nadie pensaría en hacer algo como esto. Esta historia nos muestra la gracia tan grande de este padre al final de la historia, pero pienso que también ilustra la desesperación y el deseo insaciable del hijo menor por una gratificación instantánea: ¡Lo quiero ahora!

Algunos dicen que la madurez es la habilidad de posponer el placer. Nuestra cultura ha redefinido lo que es normal, en términos financieros. Es normal tener lo que tus vecinos tienen. Es normal usar las tarjetas de crédito y nunca planificar pagar las mensualidades. Es normal vivir ahora al mismo nivel que nuestros padres a quienes les tomó 25 años alcanzar lo que tienen. Déjeme decirle algo a usted que está en la secundaria o en la universidad, o usted que recién graduó de sus estudios:  ¡Aprende a estar contento ahora! Déjame decirte algo: Es una realidad…vas a ser pobre por un tiempo, vas a estar en banca rota por un tiempo y está bien.

Cuando recién nos casamos con Fernanda vivíamos en una casa prestada, con muebles viejos prestados y una cama que el colchón tocaba el piso (hay personas que no piensan en casarse por que no tienen todo lo que sus padres poseen después de 40 años de matrimonio). Pero no podemos decir con Fernanda que hoy somos más felices por tener nuestras propias cosas de lo que fuimos en esos primeros años.  Lucas 12: 15 dice “…la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” No estés anhelando siempre las cosas que no tienes.

Déjame preguntarte algo. ¿Alguno de ustedes ha sido impulsivo y ha buscado esa gratificación instantánea al comprar algo que hoy ya no le gusta o que no usa, y que todavía está pagando?

3. Lo tercero que puede llevarte al endeudamiento es: La Conducta Auto-destructiva. Este joven lo vivió en carne propia. Lucas 15: 13 dice “…juntándolo todo el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente…”. Amigos, ¿sabían ustedes que el pecado es un asunto caro? El pecado tal vez puede traerle gratificación inmediata pero tarde o temprano te pasa la cuenta. ¿Alguna vez hemos pensado cuanto dinero hemos mal gastado a través de conductas autodestructivas? No es solo un costo físico; sino emocional, espiritual y relacional. El precio del pecado es enorme. Piensa en los miles de dólares gastados por la gente que no puede controlar el consumo de alcohol. Qué en cuanto a las personas que han desarrollado un habito de consumo de drogas de $100 a $200 dólares por día. Piensa en los miles de dólares malgastados por la gente en materiales pornográficos, revistas, videos, páginas del Internet que destruyen la mente de tantas familias y personas.  Las conductas destructivas te pueden llevar al fracaso. Hubiera sido bueno que el hijo pródigo se hubiera memorizado Proverbios 23: 21 que dice: “porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos.”



4. Hay una cuarta cosa que te puede enterrar vivo, y es ésta: Gastar más de lo que ganas.  Una generación atrás fue más fácil vivir con lo que se tenía ya que había una regla por la que la mayoría se guiaba: “Cuando se te acabe el dinero, no compres nada más”. Guardabas algunos pesos en la alcancía y cuando ésta se vaciaba, ya no comprabas más. Es por esto que nos metemos en problemas, comenzamos a gastar dinero que no tenemos.

Como ustedes, también recibimos esas cartas donde nos notifican que hemos sido pre-aprobados. ¡Yo he querido ser aprobado toda mi vida y ahora me pre-aprueban! OH, ¡muchas gracias!, ¿qué podemos hacer por usted? Puedes firmar una deuda para pagar los próximos 700 años, un pago mínimo mensual. Escucha amigo, si caemos en la trampa de préstamos de altos intereses puede literalmente destruir tu vida. Salmos 37: 21 nos dice así: “el impío toma prestado y no paga…”. Mira lo que dice 1ª Timoteo 6:6 “pero gran ganancia es la piedad acompañada con contentamiento; por que nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.”

5. Lo otro que te puede meter en una avalancha de deudas y presión financiera es No estar Preparado para las Tormentas en la Vida. Mira lo que dice Lucas 15:14 “y cuando todo lo hubo malgastado, vino un gran hambre en aquella provincia y comenzó a faltarle”. El joven no se había preparado para los tiempos difíciles, para las tormenta en la vida. Proverbios 27:12 dice: “el avisado ve el mal y se esconde; más los simples pasan y llevan el daño.”

Proverbios 21:20 sencillamente dice que “tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; más el hombre insensato todo lo gasta.” Las tormentas vienen, es parte de la vida real. Debemos saber que tendremos que reparar el auto, seguramente visitaremos la sala de emergencia de un hospital, nuestros niños se enferman con infecciones al oído, también hay que gastarles en los frenillos. Tal vez perdamos el trabajo o nos bajen de repente los ingresos. Tal vez tengas que comenzar a cuidar a un familiar anciano sin mayor aviso. Desde ya no hay forma de prepararnos para todas las circunstancias adversas, tenemos que hacer lo mejor que podamos y confiar en Dios que nos va a proveer, pero el sabio planifica para este tipo de situaciones de la vida.

Bueno, esta es la manera de caer en la montaña oscura de las deudas, en una avalancha de presión financiera. Pero seguramente también estamos interesados en saber cómo podemos salir de la presión de las deudas. Aquí les van unos sencillos pero prácticos consejos, pongan mucha atención.

En primer lugar: Debemos reconocer la realidad de dónde nos encontramos. Este es el primer paso para recuperarse de cualquier cosa: Admitir la realidad de lo que está pasando en nuestra vida. Debes poder decir: “en relación a las finanzas soy un esclavo”. Mira lo que dice en Lucas 15:16, este joven llegó a tal situación de necesidad que “deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba… y volviendo en sí dijo: ¡cuantos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!”.

Llegó a un punto de su vida que mirándose dijo, “esto está mal, mi vida está mal. Soy un esclavo de las finanzas”. Amigos, necesariamente tendrás que reconocer tu estado actual si quieres comenzar a salir de las deudas. Proverbios 22:7 “…el que toma prestado es siervo del que presta.” Y este es el problema aquí. No salir de las deudas es mantenerse en una condición de esclavo, destruye tu gozo. Es difícil disfrutar la vida, es difícil disfrutar los mejores momentos de nuestra vida, ya no podemos disfrutar las vacaciones o una simple película con canguil. Estás pensando: “yo debería estar pagando estas deudas y lo único que estoy haciendo es sumar más problemas”. Desde ya esta situación de esclavitud mata tu oportunidad de dar.

En segundo lugar desarrolla un plan de ataque.  Comienza con una decisión. Me encanta lo que este joven hizo. Él dijo, “me voy a casa”.  “Suficiente de esto, regresaré a casa y le voy a decir a mi padre, esto, esto y esto.” Él se incorporó, se humilló y dijo, “debo hacer un plan.” Tienes que declararle la guerra a las deudas. Debes llegar a un límite donde ya no aguantes más esa esclavitud y con la ayuda de Dios salir adelante.

Proverbios 21:5 dice: “Los planes bien pensados pura ganancia, los planes apresurados puro fracaso”.

Cuatro pasos de bebé para salir de las deudas:

1. Simplemente debes decir “no más deudas”

2. Comienza a poner un dinerito a un lado para las emergencias. Las tormentas en la vida son una realidad, de esta manera no tendrás que pedir prestado para las emergencias, y caer en mayores deudas.

3. Comienza  a pagar tus deudas. De las deudas más chicas a las más grandes. Si comienzas con las más grande te desanimas.

4. Comienzas un fondo de retiro o jubilación.

Ahora, si estas casado(a) es importante sentarte con tu cónyuge y en forma honesta y con humildad decirle que necesitan conversar. Deben comprometerse a un plan de reconstrucción financiera. La mayoría de los matrimonios se divorcian por temas económicos que por cualquier otra cosa (“hasta que las deudas nos separen”).

Años atrás con Fernanda tuvimos que sentarnos y hablar de nuestros gastos. Evaluamos cuál era nuestra necesidad y qué queríamos para nuestras vidas. Rompimos la mayoría de nuestras tarjetas de crédito y comenzamos a pagar las deudas en forma agresiva mensualmente. Como matrimonio decidimos dar el 10% de nuestros ingresos al Señor y clasificar nuestros gastos en forma mucho más específicos. Debemos aprender a honrar a Dios con nuestras finanzas.  Amigos debes desarrollar un plan para salir de las deudas.

Mira lo que dice Proverbios 14:23 “En toda labor hay fruto; mas las vanas palabras de los labios empobrecen.” Así que inicia un plan, no lo digas solamente. ¿Podrías comenzar inmediatamente? ¡Hazlo ya! Eso fue lo que hizo el joven en Lucas 15 “me levantaré e iré a mi padre…” Prov. 6:10 dice: “Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.” Comencemos hoy en la fortaleza de nuestro Señor. Tú te debes esto a ti, le debes esta acción a tu familia, se lo debes a Dios. La libertad y la esperanza están disponibles y están más cerca que nunca.

En tercer lugar, y esto es muy importante. En humildad pídele al Padre Celestial ayuda. Lucas 15:20 “y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” Eso es lo que Dios siente por ti. Solo Dios te puede ayudar a desarrollar tu carácter. Él está listo para atacar el problema de raíz si tu se lo permites.

Las deudas nunca son el problema real. Las deudas sólo son el síntoma de que hay cosas que no están funcionando bien en nuestras vidas. Tal vez algo de orgullo, tal vez algo de envidia, tal vez algo de inseguridad, tal vez falta de imagen personal, tal vez falta de control personal. Solo Dios te puede ayudar con esto.

Hebreos 13: 5 dice
No vivan preocupados por tener más dinero.
Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho:
Nunca te dejaré abandonado.”

2 comentarios:

Shekinah dijo...

Excelente estudio bíblico con respecto a este tema tan importante en la vida diaria de cualquier persona y con mayor razón aún de un cristiano.

Muchas gracias por compartir esta bellísima enseñanza..verdaderamente es una sabia guía personal y familiar de un estilo financiero saludable y conforme a los diseños y principios de reino establecidos por Dios para nuestras vidas.

Mil bendiciones!

Shekinah dijo...

Excelente estudio bíblico con respecto a este tema tan importante en la vida diaria de cualquier persona y con mayor razón aún de un cristiano.

Muchas gracias por compartir esta bellísima enseñanza..verdaderamente es una sabia guía personal y familiar de un estilo financiero saludable y conforme a los diseños y principios de reino establecidos por Dios para nuestras vidas.

Mil bendiciones!