miércoles, 30 de junio de 2010

PARA EMPRESARIOS: EL PELIGRO DE NO HACER LO QUE AMA

CPEC INTERNACIONAL 
Maná del lunes (28 de junio del 2010):Un servicio a la comunidad de negocios


EL PELIGRO DE NO HACER LO QUE AMA
Por: Jim Mathis

Quiero contarles acerca de un hombre al que conocí, a quien llamaré "Bob el pintor." A Bob le encantaba ir a los museos de arte, así que decidió que quería convertirse en pintor. Estudió el arte de los viejos maestros y comenzó a aprender a copiar su trabajo, pincelada por pincelada. Aprendió sobre los colores y texturas y con el tiempo se convirtió en un pintor muy calificado.

Su artista favorito era Vincent Van Gogh, y decidió duplicar todas las pinturas sus pinturas. Llegando a ser muy hábil para copiar las obras de Van Gogh y, eventualmente, podía hacer réplicas exactas de las pinturas del famoso artista, sin siquiera mirar a los originales.

Bob llevó sus pinturas a una feria de arte, pero los jueces sólo se rieron diciendo: "Estas son solamente copias de Van Gogh. Y ya se han hecho antes. "Bob se entristeció por la crítica, pero de todos modos asistió a la feria de arte. Allí encontró muchos tipos nuevas pinturas inspiradoras, a diferencia de lo que había visto en los museos. Encontró una nueva y maravillosa obra de arte s la vuelta de cada esquina.

Entonces Bob se sentó a pensar en tanto escucha a las bandas que estaban tocaban entreteniendo en la feria de arte. La banda tocó al principio algunas canciones familiares que se habían oído por la radio muchas veces. Entonces se levanto a tocar la banda principal. Se veía y sonaba igual que su grupo favorito desde 1964, y tocó muchas de las grandes canciones que el grupo original que había hecho de 1964 hasta 1968. De hecho, la banda de la feria de arte sonaba idéntica a la original.

Bob descubrió que esta banda había pagado cientos de dólares para oírse como los originales, mientras que los pintores y otros artistas habían tenido que pagar cientos de dólares para exhibir sus nuevas e innovadoras obras. Esto llegó a ser muy confuso, al preguntarse por qué es aceptable copiar una forma de arte, en tanto que se consideró totalmente inaceptable para copiar el arte en otro género.

Finalmente, y desanimado, Bob decidió abandonar sus sueños artísticos y convertirse en contador que, como dicen, los centavos tengan sentido. Ya no tenía que decidir si copiar el trabajo de los maestros antiguos o hacer un arte nuevo. Bob murió ese día - a pesar de que no fue enterrado hasta 54 años más tarde.

Mi punto no es debatir por qué se acepta el copiar la música, mientras que o lo es con la pintura. La “moraleja de esta historia” es que Bob dejó morir su sueño, abandonó lo que él amaba - tal vez lo que Dios le había llamado a hacer - para estar en un lugar más seguro, más predecible suponiendo que nadie lo criticaría.

Si Bob hubiese descubierto que la contabilidad era su pasión, su decisión habría sido una buena idea. Pero debido a que se doblegó ante los formidables obstáculos, sus aspiraciones artísticas - y tal vez un gran potencial - nunca se realizaron. Después de haber exhibido ante los expertos su trabajo de copista de los grandes maestros, Bob hubiera podido descubrir su propio estilo y convertirse en una versión moderna de Renoir o Gauguin. Nunca lo sabremos.

Y usted - ¿Está buscando su pasión, ese sueño de la vida que le hace querer saltar de la cama cada mañana dispuesto a aprovechar las oportunidades que vengan? ¿O está sumido en un puesto de trabajo que no le satisface? La Biblia nos enseña: "Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él." (Colosenses 3:17). Es mucho más fácil hacerlo cuando estás haciendo lo que amas.

Jim Mathis es dueño de un estudio de fotografía en Overland Park, Kansas, especializado en fotografía ejecutiva, comercial y teatral, y recientemente abrió una escuela de fotografía. Anteriormente fue gerente de una cafetería y el director ejecutivo de la CBMC en Kansas City, Kansas y Kansas City, Missouri.

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