Muchas veces sentimos necesidad de conocer eventos futuros o si la “suerte” estará de nuestro lado, eso simplemente es una pérdida de tiempo pues como se señala en el pasaje de hoy, a nadie le es sabido conocer lo venidero, sólo el Padre lo sabe con certeza; por ello, reconociendo que nuestra estadía en la tierra es limitada, que el fin del mundo como lo conocemos se producirá en algún momento; en vez de saber cuándo llegará, sería mejor saber si estamos preparados para ese evento, la única forma de estarlo se narra en el texto de hoy.
Saludos y bendiciones
José Luis
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¿Está cerca el fin del Mundo?
Mateo 24:3-8
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.”
Jesús estaba hablando con sus discípulos acerca de los tiempos finales, de su regreso triunfal a la tierra, del fin del mundo. Y ellos, mostrando una gran curiosidad, comenzaron a indagar, pidiéndole al Señor que les dijera alguna señal que indicara cuando llegaría ese momento. Dos mil años después todavía existe una gran incertidumbre en relación a cuando habrá de llevarse a cabo este evento. Muchos “profetas” y videntes religiosos han anunciado un cercano apocalipsis. En varias ocasiones, a través de los siglos, sectas religiosas han pronosticado fechas exactas del fin del mundo, y una ocasión tras otra estas fechas han pasado sin que sucediera nada parecido a los pronósticos. Lo cierto es que nadie, absolutamente nadie sabe cuándo ocurrirá este acontecimiento, excepto Dios. Así lo aseguró Jesús en Mateo 24:36: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.”
Si queremos ser inquisitivos, quizás podamos concentrarnos en las señales previas al fin del mundo mencionadas por Jesús en el pasaje de hoy. El Señor habla de hombres engañando multitudes haciéndose pasar por el Cristo. Últimamente hemos oído con bastante frecuencia acerca de hombres declarándose ellos mismos apóstoles, o profetas, o la reencarnación del apóstol Pablo e incluso algunos afirman ser el mismo Jesucristo. Y es lamentable ver las multitudes que creen sus mentiras. Habla también Jesús de guerras, pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. No existe un día en el que no vemos alguna noticia acerca de uno o varios de estos fenómenos.
Al final del pasaje, Jesús menciona algo que es muy interesante: “Y todo esto será principio de dolores.” Cuando la mujer está próxima a dar a luz, comienza a sentir leves contracciones del útero. Esto es el principio de dolores. Pero a medida que pasa el tiempo y se acerca el momento del parto, los dolores y las contracciones se intensifican y se hacen cada vez más frecuentes. Estas señales indican que está próxima la llegada de la criatura. Finalmente se lleva a cabo el parto. Sin duda ha habido siempre guerras, y pestes, y hambres y terremotos. Pero la frecuencia y la intensidad con que han estado sucediendo en los últimos años estos fenómenos nos indican que muy probablemente estas son las señales a las que Jesús se refirió, como preámbulo a su regreso.
A todo esto, tenemos que añadir el caótico estado de la economía a nivel mundial, la multiplicación de los grupos radicales terroristas por todo el mundo y la expansión del armamento nuclear a cada vez más países, algunos de los cuales amenazan constantemente con usarlos.
Ciertamente todo parece indicar que el fin del mundo está cerca. No sabemos cuándo será, pero definitivamente será, porque lo dice la Biblia. Por eso debemos velar, debemos estar atentos, debemos vivir cada día como si fuera mañana el día en que Jesús va a llegar. No queremos que nos suceda como a las cinco vírgenes insensatas de la parábola, las cuales no prepararon sus lámparas con aceite y se quedaron fuera de las bodas. (Mateo 25:1-13). Queremos ser como las cinco vírgenes prudentes que tomaron sus lámparas y las prepararon con suficiente aceite, y cuando llegó el esposo, entraron con él y disfrutaron de las bodas. Jesús termina esta parábola con un consejo que debemos tomar para nosotros:“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”
ORACION: Padre santo, te ruego me ayudes a vivir una vida que sea agradable a ti en todos los aspectos. Pon en mi corazón un ferviente deseo de buscarte día tras día, de adorarte, de obedecerte y de servirte. Que cuando tu Hijo Jesucristo venga de nuevo, me encuentre totalmente preparado para ese maravilloso encuentro. En el nombre de Jesús, Amén.
Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
Mateo 24:3-8
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.”
Jesús estaba hablando con sus discípulos acerca de los tiempos finales, de su regreso triunfal a la tierra, del fin del mundo. Y ellos, mostrando una gran curiosidad, comenzaron a indagar, pidiéndole al Señor que les dijera alguna señal que indicara cuando llegaría ese momento. Dos mil años después todavía existe una gran incertidumbre en relación a cuando habrá de llevarse a cabo este evento. Muchos “profetas” y videntes religiosos han anunciado un cercano apocalipsis. En varias ocasiones, a través de los siglos, sectas religiosas han pronosticado fechas exactas del fin del mundo, y una ocasión tras otra estas fechas han pasado sin que sucediera nada parecido a los pronósticos. Lo cierto es que nadie, absolutamente nadie sabe cuándo ocurrirá este acontecimiento, excepto Dios. Así lo aseguró Jesús en Mateo 24:36: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.”
Si queremos ser inquisitivos, quizás podamos concentrarnos en las señales previas al fin del mundo mencionadas por Jesús en el pasaje de hoy. El Señor habla de hombres engañando multitudes haciéndose pasar por el Cristo. Últimamente hemos oído con bastante frecuencia acerca de hombres declarándose ellos mismos apóstoles, o profetas, o la reencarnación del apóstol Pablo e incluso algunos afirman ser el mismo Jesucristo. Y es lamentable ver las multitudes que creen sus mentiras. Habla también Jesús de guerras, pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. No existe un día en el que no vemos alguna noticia acerca de uno o varios de estos fenómenos.
Al final del pasaje, Jesús menciona algo que es muy interesante: “Y todo esto será principio de dolores.” Cuando la mujer está próxima a dar a luz, comienza a sentir leves contracciones del útero. Esto es el principio de dolores. Pero a medida que pasa el tiempo y se acerca el momento del parto, los dolores y las contracciones se intensifican y se hacen cada vez más frecuentes. Estas señales indican que está próxima la llegada de la criatura. Finalmente se lleva a cabo el parto. Sin duda ha habido siempre guerras, y pestes, y hambres y terremotos. Pero la frecuencia y la intensidad con que han estado sucediendo en los últimos años estos fenómenos nos indican que muy probablemente estas son las señales a las que Jesús se refirió, como preámbulo a su regreso.
A todo esto, tenemos que añadir el caótico estado de la economía a nivel mundial, la multiplicación de los grupos radicales terroristas por todo el mundo y la expansión del armamento nuclear a cada vez más países, algunos de los cuales amenazan constantemente con usarlos.
Ciertamente todo parece indicar que el fin del mundo está cerca. No sabemos cuándo será, pero definitivamente será, porque lo dice la Biblia. Por eso debemos velar, debemos estar atentos, debemos vivir cada día como si fuera mañana el día en que Jesús va a llegar. No queremos que nos suceda como a las cinco vírgenes insensatas de la parábola, las cuales no prepararon sus lámparas con aceite y se quedaron fuera de las bodas. (Mateo 25:1-13). Queremos ser como las cinco vírgenes prudentes que tomaron sus lámparas y las prepararon con suficiente aceite, y cuando llegó el esposo, entraron con él y disfrutaron de las bodas. Jesús termina esta parábola con un consejo que debemos tomar para nosotros:“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”
ORACION: Padre santo, te ruego me ayudes a vivir una vida que sea agradable a ti en todos los aspectos. Pon en mi corazón un ferviente deseo de buscarte día tras día, de adorarte, de obedecerte y de servirte. Que cuando tu Hijo Jesucristo venga de nuevo, me encuentre totalmente preparado para ese maravilloso encuentro. En el nombre de Jesús, Amén.
Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
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