lunes, 26 de abril de 2010

ESTUDIOS BÍBLICOS EN LAS IGLESIAS EN CASAS: UNA IGLESIA PRÓSPERA. PARTE IV

Iglesia “Cristo en Casa”
Gabriel y Fabiola Gil, Pastores

Tomado del estudio “El plan de Dios para la prosperidad” de Fred Price,
Biblia de Estudio Plenitud, Editorial Caribe 1994

Resumen.
1. La ley de la reciprocidad divina (Lucas 6:38).
2. La prosperidad es un resultado (3ª Juan 1:2).
3. Feliz, santo, saludable y en paz (Salmos 35:27).
4. Las cosas se usan, no se aman (Marcos 10:17-27)
5. Las riquezas son una responsabilidad (1ª Timoteo 6:17)
6. Las riquezas no son para confiar en ellas (Filipenses 4:12-13)
7. Prosperados para Bendecir (Deuteronomio 8:18).
8. Vida en Abundancia (Juan 10:10).
9. Se exige Responsabilidad en el plan de Prosperidad de Dios (Salmos 1:1-3).
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10. Definición de prioridades (Lucas 12:15)
Toda promesa de Dios exige una acción responsable de nuestra parte.
La vida es mucho más que obtener y poseer cosas materiales. Dios quiere, más bien, que gocemos de una vida plena, completa y equilibrada; y ha hecho provisión a través de su Palabra para que disfrutemos la vida que recibimos de Él. El Señor ha prometido suplir nuestras necesidades (Filipenses 4:19) y ha prometido colmar los deseos de nuestro corazón (Salmos 37:4). Pero quiere también que definamos nuestras prioridades con claridad. “Buscad primeramente el reino de Dios”. De esa manera, apoyándote tanto en las promesas de Dios, como en prioridades bien establecidas, puedes confiar en que “todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

11. Haz todo lo que el Señor dice y prosperarás (Filipenses 4:19)
Dios no es mezquino, pero tenemos que hacer lo que dice la Biblia para prosperar.
Este versículo nos dice que Dios suplirá nuestra necesidad con algo distinto y definitivo, “conforme a sus riquezas en gloria”. Al declarar esto, Dios deja bien en claro que no es mezquino a la hora de proveer. Sus “riquezas” abarcan toda la creación, de manera que ¡no hay nada que no necesites que Él no pueda proveer! No hay que interpretar o citar equivocadamente este versículo. No dice que Dios suplirá todas tus necesidades; sí dice que suplirá tú necesidad, la tuya. Eso incluye todo a la vez, y ello es posible porque Él lo hace conforme a sus riquezas. Este versículo no puede ser sacado del contexto bíblico, porque se refiere a todas las cosas que la Escritura nos dice que hagamos con el fin de prosperar. Si hacemos lo que la Biblia nos dice, Dios proveerá abundantemente.

12. El deseo de Dios es que su pueblo Prospere (Génesis 12:1-3)
Cada creyente ha de recibir las bendiciones de Abraham que incluyen bendiciones espirituales, emocionales, físicas y materiales.
En este pasaje Dios promete grandeza para Abraham; y lo bendijo de muchas formas, incluyendo las bendiciones materiales. En 13:1-2 puede verse cómo fue enriquecido Abraham. Véase también 24:35, donde su siervo asevera que “Jehová ha bendecido mucho a mi amo” y enumera las bendiciones materiales que Dios le dio. La dinámica de este hecho histórico tiene validez para el creyente de hoy.
En Gálatas 3:13_14, Dios promete dar a todos los creyentes las bendiciones de Abraham, y nos dice que Jesús se convirtió en maldición por nosotros para que pudiéramos recibir “las bendiciones de Abraham”. Esto, por supuesto, comienza con nuestro renacer, o el convertirnos en nuevas criaturas en Cristo Jesús. Pero “las bendiciones de Abraham” implican otras cosas también. El Señor quiere que prosperemos, espiritual, emocional, física así como materialmente. Las bendiciones son nuestras por su promesa y no necesitamos excusar el hecho de que esté incluida la prosperidad material.

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