lunes, 17 de mayo de 2010

PARA EMPRESARIOS: CORRECCIÓN EN BÚSQUEDA DE LA PERFECCIÓN


CPEC INTERNACIONAL
Maná del Lunes (17 de mayo del 2010): Un servicio a la comunidad de negocios



CORRECCIÓN EN BÚSQUEDA DE LA PERFECCIÓN 
Por: Robert J. Tamasy.

"Un escritor será tan bueno como lo sea su editor." Prácticamente todos los buenos escritores entienden esta verdad – y a veces sus escritos requieren de algún tratamiento para corregirlos. Ya sea que esto signifique, encontrar errores gramaticales o de ortografía, ó señalar una frase u oración que es poco clara, o desafiar al autor a repensar la premisa general, la corrección es un elemento importante dentro de la búsqueda de una conexión efectiva con nuestro público.

Sin embargo, muchas veces la corrección no es tan fácil. Puede ser decepcionante, desanimadora, y hasta a veces humillante, cuando nos informan que la propia prosa maravillosa, laboriosa y amorosamente producida, falla en su intención de cautivar al lector. Así que nos encontramos con dos opciones - considerar seriamente las opiniones y recomendaciones de los editores, o ignorarlas, convencidos de que simplemente no aprecian nuestro genio literario.

El valor de la corrección - algunos podrían referirse a ella como una crítica constructiva - no se limita a los escritores solamente. Este principio es válido para cualquier trabajo. Incluso los trabajadores más talentosos - vendedor, artesano, gerente o alto ejecutivo - tiene que aprender y perfeccionar sus habilidades para sobresalir. Es útil tener a alguien ajeno, un observador objetivo, que sea capaz de reconocer nuestros defectos y limitaciones, y luego sugerir cómo podríamos mejorar.

Por desgracia, la corrección no es siempre bien recibida. A veces causa resentimiento y rechazo. Está en juego el orgullo, la renuencia a asumir una actitud que suele ser todo lo contrario de la soberbia: la humildad. Las consecuencias de negarse a por lo menos considerar la corrección de las buenas intenciones de los demás pueden ser graves. Tal vez por eso una pequeña selección del libro de los Proverbios del Antiguo Testamento, su capítulo 15, nos ofrece varios pasajes sobre el tema:

Hacer caso omiso de la corrección es una tontería. Es doloroso a veces ser corregido, pero podría ser mejor para nuestros intereses el prestar atención. "El necio menosprecia el consejo del padre, pero el que recibe la corrección es prudente" (Proverbios 15:5).

No tener en cuenta la corrección puede ser devastador. Ser disciplinado significa ser redireccionado a la manera en que estaba destinado a seguir. La falta de voluntad para aceptar esa corrección puede ponernos en el camino equivocado, tal vez en uno sin retorno. "Para el descarriado,  disciplina severa; para el que aborrece la corrección,  la muerte"(Proverbios 15:10). "El que atiende a la crítica edificante habitará entre los sabios. Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo; atender a la reprensión es ganar entendimiento." (Proverbios 15:31-32).

Despreciar los resultados de corrección es alejarse de la sabiduría. Una vez que hemos tomado una determinación, puede ser difícil de aceptar la corrección aún y cuando sea ofrecida por nuestro propio bien. Pero rechazarla sin siquiera tenerla en una razonable consideración, generalmente es imprudente. "Al insolente no le gusta que lo corrijan, ni busca la compañía de los sabios" (Proverbios 15:12).

Consideren la posibilidad de corrección nos ayuda a clarificar los planes y metas. Una manera de evaluar su planificación y  establecer objetivos es pedir a amigos y colegas de confianza sus opiniones y consejos. Mediante la adición de sus puntos de vista, es más probable llegar mejores conclusiones. "Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan" (Proverbios 15:22).

Recibir adecuadamente la corrección requiere de humildad. Gran parte de la vida es un proceso de aprendizaje y de comprensión - el momento que implica tener la humildad de admitir que no lo sabemos todo. El mayor acto de humildad es someterse a Dios, reconociendo su dominio sobre nuestra vida - incluso si eso significa sacrificar nuestros deseos personales. "El temor del Señor es corrección y sabiduría; la humildad precede a la honra" (Proverbios 15:33). 

Fuente: Robert J. Tamasy es vicepresidente de comunicaciones para el Legado de los Líderes, Inc., una corporación de no lucrativa en Atlanta, Georgia, E.E.U.U. Coautor, con David A. Stoddard, El Corazón de Mentor: 10 Principios Probados Para Que Las Personas  Desarrollen Su Potencial Más Pleno (NavPress), y es el autor del libro recientemente publicado Negocios al Máximo - la Sabiduría Eterna de los Proverbios para los Negocios de Hoy (Rever Pret). Más información, vea www.theheartofmentoring.com o www.rivercitypress.net o www.bobtamasy.blogspot.com

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