miércoles, 12 de mayo de 2010

PARA EMPRESARIOS: ENCONTRANDO FUERZAS EN TIEMPOS DE DEBILIDAD




Maná del Lunes - CPEC Internacional



ENCONTRANDO FUERZA EN TIEMPOS DE DEBILIDAD 
Por: Robert D. Foster  

Sin excepción, todos estamos destinados a enfrentar enfermedades, padecimientos, declinar y en un futuro, la muerte. No importa si es, rico o pobre, presidente o vigilante, celebridad mundial o un desconocido, un día estará en la columna de los obituarios, en la que para todos dice: "Y él (o ella)  murió."   

Sin embargo, incluso antes de que exhalemos nuestro último aliento, debemos de enfrentarnos con la debilidad, ya sea físico, emocional, profesional o de naturaleza espiritual. La forma en que respondemos en los tiempos de debilidad revela nuestro carácter, y a menudo sirve  para moldear el resto de nuestras vidas.  

Uno de mis amigos más queridos era Bud Wynthein, un joven granjero alemán con una visión distinta y refrescante de la vida. Hace muchos años, él y su encantadora esposa sueca, Margaret, trabajaban varios cientos de acres cerca de Wasco, Illinois, E.E.U.U. hasta que la poliomielitis (polio) lo mandó a un pulmón de acero. Aparentemente, las esperanzas de Margaret y Bud asi como sus sueños habían muerto con el diagnóstico: parálisis fláccida aguda.  

Sin embargo, Bud se negó a estar "en la lona". Margaret manejó la granja contratando personas, en tanto que Bud empezó un programa largo y difícil para la rehabilitación de su torso; la mitad inferior era inútil. Una compañía de equipo para granjas inventó un tractor para él lo pudiera operar sin las piernas. La polio podía tener lastimado su cuerpo, pero no podía hacer cojear el corazón de Bud - su voluntad de vivir y su felicidad, su incansable disposición sonriente. Su fuerte fe en Jesucristo no era un medio para escapar de la voluntad de Dios, sino su forma de hacer la voluntad de Dios.  

Su impedimento se volvió su púlpito. Podía haber leído un artículo: "Convierte Su Enfermedad en un Recurso," porque él ciertamente vivió esos principios. El artículo mencionaba con sabiduría: "A menudo la enfermedad genera más energía que posiblemente la misma salud no podría dar". Aquí está ejemplos:  

ü      La enfermedad ayuda recordándonos la muerte. 
ü      La enfermedad ayuda al hacernos pensar en serio sobre Dios.  
ü      La enfermedad ayuda a ablandar nuestro corazón. 
ü      La enfermedad ayuda a "nivelarnos y a hacernos humildes". 
ü      La enfermedad ayuda a probar nuestra fe en Dios.

Ese pensamiento incitó al apóstol Pablo a escribir: "Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones,  una espina me fue clavada en el cuerpo,  es decir,  un mensajero de Satanás,  para que me atormentara. Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: "Te basta con mi gracia,  pues mi poder se perfecciona en la debilidad."  Por lo tanto,  gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades,  para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades,  insultos,  privaciones,  persecuciones y dificultades que sufro por Cristo;  porque cuando soy débil,  entonces soy fuerte." (2 Corintios 12: 7-10).  

El autor Max Lucado lo expresa esta manera: "Cuando su debilidad aparezca, recuerda que Dios aún lo usa; ofrézcala como una forma de servicio donde le exige depender de la fuerza de Dios. Dependa de Él a cada paso del camino."

Bibliografía. 
Tomado y adaptado de Tomo tres el Lunes por la mañana, escrito y publicado por Robert D. Foster. Se otorga libremente permiso para reproducirse con los créditos apropiados y se anima a hacerlo. Preguntas o comentarios, escriba: 29555 Goose Creek Rd, Sedalia, CO 80135, U.S.A., o fax (303) 647-2315

Fuente: Maná del Lunes, CPEC Internacional.

No hay comentarios: