miércoles, 26 de mayo de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿PUEDES VER LO QUE NO SE VÉ?


Al mirar el título del texto de hoy parecería contradictorio, pues en términos físicos como podemos ver algo que no se ve; pero con Dios las cosas son distintas, pues por medio de la fe podemos ver con nuestros ojos espirituales aquellas cosas que anhelamos, aquellos planes que deseamos cumplir, aún antes de echarlos a andar siquiera, pues en la medida en que aquellos concuerden con la voluntad de Dios para nuestras vidas, podemos idealizarlos en esa dimensión y traerlos al mundo físico; no se trata de magia ni nada por el estilo, simplemente de aplicar aquellas cosas que Dios nos enseña en su Palabra.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Puedes ver lo que no se ve? 


2 Corintios 4:18
"No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."
 
Muchas veces un piloto de avión vuela sin visibilidad, sin ningún punto de referencia con respecto al suelo, o a las estrellas. Depende de sus instrumentos para saber en qué posición se encuentra su nave. Así, pues, es normal que un piloto inexperto tenga la sensación de que su avión está en una posición diferente a la que indica su cuadro de mandos. Esa sensación puede hacerse tan fuerte que él se sienta tentado a dudar del buen funcionamiento de sus instrumentos e intentar una corrección manual que puede resultar catastrófica.


Los creyentes también tienen un instrumento, la Biblia, que les indica su posición ante Dios. Pero a veces, en lugar de confiar en ella, tienden a seguir sus propias ideas y esto puede traer muy malas consecuencias. Por ejemplo, la Biblia declara que nuestro señor Jesucristo estará con nosotros "todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20). Pero frente a las dificultades, ante nuestras propias debilidades o dolorosas pruebas, dudamos de esta promesa, y entonces decidimos actuar y hacer nuestras propias "correcciones". Por regla general tenemos que lamentar los resultados de nuestra acción. 


El problema consiste en que fijamos nuestros ojos en las cosas que se ven, es decir las circunstancias que envuelven la situación. Al enfocarnos en ellas se nos hace imposible "ver" lo que hay detrás del problema, nos cegamos nosotros mismos, no somos capaces de ver una solución y perdemos toda esperanza, es decir nos desesperamos. De acuerdo a lo que nos dice el pasaje de hoy, esas cosas que se ven son temporales, permanecen por un cierto tiempo y entonces desaparecen. Siempre después de la oscuridad de la noche viene la luz del sol y después de la tormenta viene la calma. Esto lo sabemos porque lo hemos aprendido a través de la experiencia de los años. En este aspecto podemos ver lo que aún no se ve. Si pudiésemos aplicar este concepto a nuestra vida espiritual nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza y sufrimientos en este mundo. El apóstol Pablo escribió en 2 Corintios 5:7: "Porque por fe andamos, no por vista." Si andamos por fe, entonces podemos ver lo que no se ve, pues "fe" es precisamente "la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, dice Hebreos 11:1.


En 2 Reyes capítulo 6, la Biblia describe una situación sumamente difícil para el pueblo de Israel, pues el poderoso ejército de Siria tenía sitiada la ciudad. El criado del profeta Eliseo se acercó a él con mucho temor diciendo: "!Ah, señor mío! ¿qué haremos?" (v.15). Y Eliseo le contestó: "No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo."(v.16-17). El criado de Eliseo fue capaz de ver lo que sus ojos físicos no podían ver. ¿Puedes tú ver lo que no se ve? Física y humanamente es imposible, pero si tienes fe, Dios puede abrir tus ojos espirituales. 


Dios puede aumentar nuestra fe de manera que seamos capaces de ver más allá de las circunstancias. Para ello es necesario que establezcamos una relación íntima con él por medio de la lectura de su palabra y la oración diariamente.

 
ORACION: Bendito Dios, te doy gracias porque siempre tú estás a mi lado, protegiéndome y bendiciéndome aunque yo no te vea. Te ruego que aumentes mi fe para poder ver aquellas cosas que tú quieres que yo vea, y que ahora no puedo ver. En el nombre de Jesús, Amén.



Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

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