jueves, 15 de julio de 2010

FINANZAS Y BIBLIA: CUENTAS CLARAS CONSERVAN EL MATRIMONIO

Cuentas Claras Conservan el Matrimonio
Por Gabriel Gil Arancibia, Mtr. en Teología. Profesor, escritor y conferencista.

Se pelean por el presupuesto familiar, ¿no es cierto? He aquí la manera de aferrarse a…

Por María Bartiromo
Ver imagen en tamaño completo

Brian greenberg es un planificador financiero especializado en el pago de los estudios universitarios, pero una mañana reciente pensó que más bien era consejero matrimonial. La pareja sentada  su oficina, cerca de Cherry Hill, Nueva Jersey, quería asesoría sobre cómo solicitar ayuda económica para el hijo del esposo, producto de un matrimonio anterior. “Cuando entraron —recuerda Greenberg— podía sentir la hostilidad”.

Los ingresos del negocio de la esposa, el cual ella había iniciado antes de casarse, eran modestos, pero lo suficientemente altos como para limitar la cantidad de ayuda económica que podía recibir el muchacho. El esposo quería que ella constituyera una sociedad para reducir sus ingresos y permitir así que el joven pudiera recibir más ayuda. Ella no quería pasar por el complicado proceso, pero se sentía presionada por su marido. “Él decía: ‘Tengo el derecho de hacer lo que quiero, porque soy yo el que gana el dinero para pagar las cuentas’”, recuerda Greenberg. “Ese tipo de raciocinio es dañino para una relación”. Gran parte de este tipo de animosidad se podría evitar si las parejas hablasen de dinero antes de casarse, dice Mary Claire Allvine, planificadora financiera diplomada y coautora de Las 7 decisiones económicas más importantes que tomará en su vida (The 7 Most Important Money Decisions You’ll Ever Make). Si no se dan esas conversaciones, es poco probable que las parejas tengan un verdadero plan para la vida matrimonial. Los estudios han probado que las discrepancias acerca de dinero son la principal causa de roces entre los casados y, para algunos, la principal causa de divorcio. Entonces, ¿qué hace que algunas parejas sobrevivan los altibajos económicos y que otras se separen debido al presupuesto familiar? La clave del éxito es encontrar terre-no común. A continuación ofrecemos algunos consejos sobre la manera de poner en marcha un plan económico sin perder la pasión.

Sueñen en grande y clasifiquen sus deseos. Las parejas a menudo notan que, después de pagar sus gastos fijos, tienen desacuerdos sobre la manera de gastar lo que sobra: amortizar el saldo de las tarjetas de crédito o comprar el televisor de alta definición que uno de ellos anhela tanto. Para evitar tales enfrentamientos, hablen acerca de sus sueños. Según Allvine, las parejas que miran más allá de los detalles cotidianos del presupuesto generalmente tienen más éxito con su dinero. “No se le puede decir al derrochador: ‘Solo puedes gastar $50 mensualmente’. Es como poner a alguien a dieta. Es posible que le dure por un tiempo, pero luego simplemente se da un atracón y se come un kilo de pan. El derrochador dirá: ‘Gastaré menos’. Y comenzará a eliminar la segunda taza de café. Pero raramente es el café lo que hace que se endeuden. Es la casa que no pueden pagar o el auto que no deberían tener”. Allvine recomienda catalogar las grandes aspiraciones, ya sea comenzar un negocio o tener casa propia. “Cuando uno establece categorías, sa-be para qué es ese dinero y no lo usa para nada más. Es así como las parejas llegan a fijarse metas: se encargan primero de sus prioridades”.

Hagan una lista de sus metas. “Cuando las parejas pueden llegar a un acuerdo acerca de los gastos — dice Dave Ramsey, locutor de un programa de radio estadounidense— entonces concuerdan sobre sus temores y sus objetivos. En realidad, no tenemos desacuerdos sobre el dinero. Peleamos acerca de prioridades, temores y poder. Un plan por escrito crea un sentido de promesa, de cooperación y de unidad”. Ramsey también recomienda programar reuniones frecuentes para hablar de los gastos. “La cuestión es ser francos y contar con la misma información. No debe haber tarjetas de crédito, deudas o préstamos estudiantiles secretos. Nada de engaños. El asunto es saber cuáles son los gastos. La vida comienza a verse de manera real cuando hablan al respecto en una reunión y lo ponen por escrito”.

Dense una vuelta. La manera y el lugar en que se habla sobre finanzas son críticos para mantener la paz, dice Schwab-Pomerantz. “Es bueno asegurarse de que ambas partes estén en un lugar cómodo y neutral. También es importante saber por anticipado el tema que se va a tratar”. Schwab-Pomerantz y su esposo caminan todos los fines de semana en las montañas cerca de su casa en el área de la bahía de San Francisco. “Estamos lejos de nuestros hijos. No estamos uno frente al otro, lo cual puede convertirse en una confrontación. No podemos molestarnos e irnos de la habitación. Estamos solos y logramos hablar sobre muchas cosas relacionadas con nuestras metas y prioridades en la vida”.

Tengan cuentas mancomunadas y claras. La independencia económica produce un sentido de poder, pero muchos asesores dicen que llevar vidas financieras separadas pone en peligro al matrimonio. “Diferenciar ‘mi’ dinero de ‘tu’ dinero es la receta para un desastre”, reflexiona Greenberg. “Eso dice que una persona está velando solo por sí misma”. Una cuenta mancomunada es una declaración firme de que el matri-monio es importante para ambos. Se debe abrir la cuenta para objetivos comunes, tales como aumentar los fondos de reserva o ahorrar para los estudios. Sin embargo, una cuenta compartida no necesariamente descarta las individuales.

En cuanto a los esposos que solicitaron los consejos de Greenberg, salieron de su oficina sonriendo, después de que éste propuso una solución original.

El camino a la felicidad económica es claro: la comunicación y los planes conjuntos.


Gabriel Andrès Gil Arancibia

Gabriel y Fabiola Gil
Pastores Iglesia CRISTO EN CASA

Fuente: Rdargentina.com Copyright © 2002 Reader's Digest Argentina

No hay comentarios: