Uno de los terrenos más fértiles que podemos ofrecerle a nuestro enemigo el diablo, es una mente entregada a las pasiones humanas, a todos aquellos anti valores que se contraponen con aquellos que se mencionan en el versículo clave de hoy, pues si pensamos cosas deshonestas, mentiras, cosas injustas, impuras, burdas, que destruyen nuestro buen nombre, con toda seguridad ejecutaremos acciones no sólo que dañan nuestra armonía con Dios sino que pueden dañar a otros e incluso a nosotros mismo; meditemos en lo que propone el texto a fin de aplicar en nuestras vidas lo que es digno de alabanza.
Saludos y bendiciones
José Luis
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¿Qué pensamientos albergas en tu Mente?
Filipenses 4:8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Tú echas una mirada al otro lado de la habitación donde te encuentras y ves a dos de tus amigos hablando en voz baja. Cuando comienzas a pensar en esto, recuerdas que ninguno de ellos te saludó al entrar esa noche a la iglesia. Entonces vienen a tu mente recuerdos de la semana pasada, uno de los amigos fue muy parco contigo, el otro ni siquiera te saludó. Ahora ellos se ven como los mejores amigos, y tú piensas: “Parece que están hablando de mí. ¿Qué es lo que está pasando?” De aquí en adelante se multiplican cada vez más los pensamientos en tu mente, y llega un momento en que te despiertas en medio de la noche pensando en esta situación.
Este tipo de pensamientos pueden resultar en el rompimiento de una buena amistad. Pero, en realidad, tú no puedes saber sobre qué estuvieron susurrando esas dos personas. Es muy probable que lo que hablaban no tenía nada que ver contigo. Sin embargo al dar cabida a pensamientos negativos en la mente se crea una situación apropiada para que el enemigo haga daño con sus dardos. Infinidad de diferentes pensamientos están constantemente llegando a nuestra mente, entre ellos muchos cuyo contenido puede afectar negativamente nuestro espíritu. Debemos ser muy cuidadosos, pues si damos cabida a algunos de ellos, terminaremos actuando guiados por principios que no agradan a Dios.
En su segunda carta a los corintios, Pablo se refiere a la importancia de los pensamientos. El les recuerda a los creyentes en Corinto la existencia de una batalla espiritual que muchas veces se lleva a cabo en la mente del ser humano. Dice 2 Corintios 10:3-5: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Cuando Pablo dice“aunque andamos en la carne”, se está refiriendo a nuestra condición humana, pero afirma que a pesar de eso, debemos vivir bajo la dirección y protección de Dios, usando las armas espirituales que él nos provee para destruir las fortalezas mentales que el enemigo puede usar para controlar nuestras acciones, y “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
Llevar cautivos los pensamientos a la obediencia a Cristo significa que no debemos permitir libertad de actuar a los pensamientos que llegan a nuestra mente, sino traerlos a la presencia y la luz de Jesucristo y sujetarlos a la autoridad de su palabra. Significa que debemos examinar y comparar cada uno de nuestros pensamientos con el modelo de pensamiento que Dios ha establecido para nosotros en Cristo Jesús. El pasaje de hoy nos provee de un ejemplo para este patrón de pensamiento. Aquí Pablo nos exhorta a comparar los pensamientos que llegan a nuestras mentes con aquellas cosas que son verdaderas, honestas, justas, amables, excelentes, dignas de alabanza y de buena reputación, y rechazar todo lo que no esté de acuerdo a este patrón. Una vez que hacemos de esta práctica un hábito, seremos invulnerables a los ataques del enemigo y viviremos en la paz de Dios. Dice Isaías 26:3: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado."
ORACION: Gracias, Padre amado, por proveernos de armas poderosas que podemos usar en tu nombre para destruir fortalezas espirituales, y vivir en tu paz. Yo reprendo, en el nombre de Jesucristo, todo pensamiento que haya venido a mi mente que no esté de acuerdo al patrón que me indica tu palabra. Oh Dios, limpia mi mente y ayúdame para que mi pensamiento esté constantemente enfocado en ti. En el nombre de Jesús, Amén.
Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
Filipenses 4:8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Tú echas una mirada al otro lado de la habitación donde te encuentras y ves a dos de tus amigos hablando en voz baja. Cuando comienzas a pensar en esto, recuerdas que ninguno de ellos te saludó al entrar esa noche a la iglesia. Entonces vienen a tu mente recuerdos de la semana pasada, uno de los amigos fue muy parco contigo, el otro ni siquiera te saludó. Ahora ellos se ven como los mejores amigos, y tú piensas: “Parece que están hablando de mí. ¿Qué es lo que está pasando?” De aquí en adelante se multiplican cada vez más los pensamientos en tu mente, y llega un momento en que te despiertas en medio de la noche pensando en esta situación.
Este tipo de pensamientos pueden resultar en el rompimiento de una buena amistad. Pero, en realidad, tú no puedes saber sobre qué estuvieron susurrando esas dos personas. Es muy probable que lo que hablaban no tenía nada que ver contigo. Sin embargo al dar cabida a pensamientos negativos en la mente se crea una situación apropiada para que el enemigo haga daño con sus dardos. Infinidad de diferentes pensamientos están constantemente llegando a nuestra mente, entre ellos muchos cuyo contenido puede afectar negativamente nuestro espíritu. Debemos ser muy cuidadosos, pues si damos cabida a algunos de ellos, terminaremos actuando guiados por principios que no agradan a Dios.
En su segunda carta a los corintios, Pablo se refiere a la importancia de los pensamientos. El les recuerda a los creyentes en Corinto la existencia de una batalla espiritual que muchas veces se lleva a cabo en la mente del ser humano. Dice 2 Corintios 10:3-5: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Cuando Pablo dice“aunque andamos en la carne”, se está refiriendo a nuestra condición humana, pero afirma que a pesar de eso, debemos vivir bajo la dirección y protección de Dios, usando las armas espirituales que él nos provee para destruir las fortalezas mentales que el enemigo puede usar para controlar nuestras acciones, y “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
Llevar cautivos los pensamientos a la obediencia a Cristo significa que no debemos permitir libertad de actuar a los pensamientos que llegan a nuestra mente, sino traerlos a la presencia y la luz de Jesucristo y sujetarlos a la autoridad de su palabra. Significa que debemos examinar y comparar cada uno de nuestros pensamientos con el modelo de pensamiento que Dios ha establecido para nosotros en Cristo Jesús. El pasaje de hoy nos provee de un ejemplo para este patrón de pensamiento. Aquí Pablo nos exhorta a comparar los pensamientos que llegan a nuestras mentes con aquellas cosas que son verdaderas, honestas, justas, amables, excelentes, dignas de alabanza y de buena reputación, y rechazar todo lo que no esté de acuerdo a este patrón. Una vez que hacemos de esta práctica un hábito, seremos invulnerables a los ataques del enemigo y viviremos en la paz de Dios. Dice Isaías 26:3: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado."
ORACION: Gracias, Padre amado, por proveernos de armas poderosas que podemos usar en tu nombre para destruir fortalezas espirituales, y vivir en tu paz. Yo reprendo, en el nombre de Jesucristo, todo pensamiento que haya venido a mi mente que no esté de acuerdo al patrón que me indica tu palabra. Oh Dios, limpia mi mente y ayúdame para que mi pensamiento esté constantemente enfocado en ti. En el nombre de Jesús, Amén.
Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
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