lunes, 30 de agosto de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿QUÉ HACES CUANDO LLEGAN LOS PROBLEMAS?


Los problemas son inherentes al ser humano y seremos más exitosos en la vida en la medida en que nos volvamos capaces de resolver y superar la mayor cantidad de ellos; la diferencia como se marca en el texto de hoy es que para enfrentar y pasar los problemas tenemos dos opciones, apoyarnos en Cristo o solamente en nuestras fuerzas, allí realmente radica la diferencia.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Qué haces cuando llegan los problemas? 

Isaías 40:9-12


"Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! He aquí que el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?"


En los primeros 39 capítulos de este libro, el profeta Isaías profetiza acerca del cautiverio y los sufrimientos del pueblo de Israel. El pasaje de hoy nos habla del consuelo que viene del Dios todopoderoso. El versículo 9 contiene una declaración sencilla pero poderosa: “¡Ved aquí al Dios vuestro!” De esta afirmación deducimos un importante primer paso: cuando llegan los problemas, debemos inmediatamente enfocarnos en Dios. El versículo 10 describe su gran poder. Estamos consientes de que Dios todo lo sabe y todo lo puede. Por lo tanto sabemos que todo lo que necesitamos para sobreponernos a nuestras circunstancias, está disponible en él. El versículo 11 continúa recordándonos de la gentil y compasiva naturaleza de Dios. Él es el buen Pastor, quién está íntimamente ligado a la vida de sus ovejas. Y porque las ama, las reúne y las carga cuando están muy cansadas como para caminar. Finalmente, en el versículo 12 se describe el “cuadro completo”. Dios es el Gobernador Supremo del universo, el Creador de todas las cosas, y su gran plan nos incluye a cada uno de nosotros. En este Dios de amor y misericordia encontramos el descanso y la seguridad que necesitamos.
Si hay algo que podemos asegurar acerca del futuro de un bebé recién nacido, es que va a tener problemas en el transcurso de su vida. Toda persona nacida en este mundo ha pasado o pasará o quizás está pasando por pruebas que resultan en aflicciones y sufrimientos. Es lo natural, es lo normal, es el producto de un mundo caído en el que existen influencias espirituales provenientes de potestades de las tinieblas. Jesús lo advirtió claramente a sus discípulos: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33).


No hay diferencia entre el creyente y el no creyente en cuanto a pasar por pruebas se refiere. Pero sí hay una enorme diferencia en cuanto a la manera en que se pasa la prueba. Como dijo Jesús a sus discípulos, todos vamos a pasar por pruebas, todos vamos a sufrir en algún momento de nuestras vidas, todos tendremos aflicción, pero la diferencia estriba en que los creyentes ponemos nuestra confianza en el Señor, el cual venció al diablo y a todas esas potestades espirituales en la cruz del Calvario.


No hay diferencia entre dos hombres que naufragan en un mar embravecido en lo relativo al naufragio en sí; los dos están en medio de la misma situación, pero si uno de los dos tiene un salvavidas y el otro no lo tiene, entonces hay una diferencia enorme. El que tiene el salvavidas se mantiene a flote hasta que pasa la tormenta y el mar se calma; el otro, incapaz de sostenerse por sus propias fuerzas es víctima del oleaje y se hunde en el océano. Aquellos que hemos aceptado a Jesucristo como salvador, podemos confiar en que él es nuestro salvavidas, y en medio de la más grande tormenta podemos sentir su presencia y su paz. 


En Hebreos 4:16 encontramos una invitación: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Y Jesús nos ratifica su amor y su preocupación por nosotros cuando nos invita a venir a él con nuestras cargas y problemas: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28). Cuando tus problemas parezcan ser insuperables, somete tus preocupaciones al único Dios poderoso, compasivo y supremo. No hay nadie mejor que él en quien confiar. 


ORACION: Padre santo, gracias por proveer para nuestro cuidado, protección y consuelo en momentos de aflicción y sufrimiento. Ayúdame a enfocar mi mirada en ti en busca de tu socorro que es siempre oportuno y suficiente. Por Cristo Jesús, Amén.



Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

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