martes, 21 de septiembre de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿TE ESTÁS CONGREGANDO FIELMENTE?


Es importante la pregunta de hoy en la medida en que, mientras más podamos compartir con personas que piensen y sientan lo mismo por Cristo, podremos crecer de mejor manera.

Saludos y bendiciones

José Luis
-----------------

¿Te estás Congregando Fielmente? 

Hebreos 10:23-25


“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”


Ser miembro de una iglesia no garantiza la entrada al cielo, pues sólo aceptando a Jesucristo como salvador somos salvos. Pero una vez salvos, es muy importante estar comprometido con una iglesia local. Lamentablemente hay muchas personas que no asisten a ninguna iglesia. El pasaje de hoy no solamente nos exhorta a mantenernos firmes en la fe, la cual es la base fundamental de nuestra esperanza, sino que también enfatiza en la comunión con los hermanos en la fe, amándonos y animándonos unos a otros a las buenas obras, “no dejando de congregarnos.”


Desde los tiempos primitivos de la iglesia, después de la manifestación del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2), este fue el patrón a seguir por aquellos que creían en el Señor Jesucristo y eran bautizados. La Biblia dice en Hechos 2:41-42: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Y más adelante dice: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (v.46-47). Dios añadía cada día nuevos miembros a la iglesia porque le agradaba la manera en que ellos llevaban a cabo las enseñanzas de Jesús. A pesar de que han transcurrido muchos años, y han surgido diferencias y divisiones en la iglesia producto de ideas y conceptos humanos, es nuestro deber seguir la enseñanza de aquellos apóstoles que convivieron con Jesús, que fueron testigos presenciales de sus milagros y recipientes directos de sus enseñanzas.


Cada iglesia local es el cuerpo de Cristo en miniatura. Por tanto, la iglesia es más que una organización; es un organismo vivo que manifiesta a Cristo al mundo. Así dice 1 Corintios 12:12-13: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” El compromiso con una iglesia local y la comunión activa en la misma son enseñanzas bíblicas. Cristo se identificó voluntariamente con nosotros llevando nuestro pecado en su propio cuerpo. ¿No deberíamos nosotros estar dispuestos a identificarnos con su cuerpo uniéndonos a su pueblo en un grupo local? El apóstol Pablo hace esta exhortación a los corintios y les recuerda: “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”(1 Corintios 12:27).


Debemos estar consientes de que la iglesia es un cuerpo vivo y debe tener miembros que funcionen. Esto incluye identificarse con Cristo y con su pueblo mediante el bautismo, la Cena del Señor, el ejercicio de los dones espirituales que cada uno tenga, el estudio de la Palabra de Dios, la comunión con otros creyentes, la oración y el apoyo de unos a otros en medio de las pruebas, como nos enseña la Palabra de Dios.
Si no estás formando parte de una iglesia local, hazte el propósito de unirte a una lo más pronto posible. Visita algunas iglesias por el área donde vives, ora y pide al Señor que te indique claramente aquella a la cual él desea añadirte.


ORACION: Bendito Dios, te ruego me ayudes a encontrar la iglesia a la cual tú deseas que yo me una y capacítame, como miembro del cuerpo de Cristo, a llevar a cabo mi función de manera efectiva. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.




Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

No hay comentarios: