Dios nos va a sostener en todas las situaciones por las que atravesemos, lo crees?, el texto de hoy nos ayuda a meditar sobre lo dicho basado en las vidas de grandes hombres de fe, muy humanos por cierto.
Saludos y bendiciones
José Luis
--------------------
--------------------
¿Tienes temor a lo que te espera?
Hebreos 11:8-12
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.”
Uno de los temores más grandes que el ser humano puede llegar a sentir es el temor a lo desconocido. Esto puede ser un obstáculo muy grande al que nos enfrentemos cuando sopesamos la decisión de seguir a Cristo. Ansiamos saber de antemano el resultado de nuestra obediencia y a dónde nos va a llevar. Sin embargo, sólo se nos da la seguridad de que él estará con nosotros. Y con esta información solamente, decidimos si nos aventurarnos con él a lo desconocido o preferimos quedarnos en lo que ya conocemos.
Abraham fue el ejemplo perfecto de una persona que está dispuesta a andar con el Señor hacia un futuro incierto. El pasaje de hoy nos habla de la fe de este hombre, al cual Dios llamó para encomendarle una misión. Pero no recibió mucha información en cuanto al lugar hacia donde se dirigiría. Esta historia se registró en Génesis 12:1-3: “Pero Dios había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra." E inmediatamente, dice el versículo 4, "se fue Abram, como el Señor le dijo...” Abraham solamente sabía que Dios lo había llamado y le había hecho una promesa, y eso fue suficiente para que él obedeciera. Ciertamente estaba dispuesto a confiar su futuro al Señor sin reservas de ningún tipo.
Saulo de Tarso, hebreo, fariseo, perseguidor de los cristianos tuvo un encuentro personal con Jesús en el camino a Damasco que cambió su vida de una manera radical para siempre. Dice Hechos 9:6: que Saulo, “temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Hasta ese momento, aquel hombre arrogante y altanero, había estado haciendo lo que él quería, lo que él consideraba apropiado, lo que su voluntad dictaminaba. Desde ese momento en adelante se le diría lo que tenía que hacer. ¡Qué maravillosa transformación! Aquel que había intentado entrar en Damasco como una furia vengativa, lo hacía guiado de la mano, ciego, e impotente como un niño. Esta es la manera en que debemos seguir al Señor, con la inocencia y la confianza de un niño que se deja guiar por su padre sin hacer preguntas.
¿Te atreves a confiar tu futuro al Señor dando un paso de fe? Si sientes temor, arrodíllate ahora mismo y clama a Dios por valor y fortaleza para obedecerle. Pide al Señor que aumente tu fe para marchar adelante con la seguridad de que él conoce el camino y habrá de llevarte a un final victorioso.
ORACION: Bendito y todopoderoso Dios, que has llamado a tus hijos a empresas cuyos finales no podemos ver. Dame la fe para seguirte con valor aunque no sepa adónde voy, sabiendo solamente que tu mano me guía y que tu amor y tu poder me sostendrán siempre. En el nombre de Jesús, Amén.
uente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
Hebreos 11:8-12
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.”
Uno de los temores más grandes que el ser humano puede llegar a sentir es el temor a lo desconocido. Esto puede ser un obstáculo muy grande al que nos enfrentemos cuando sopesamos la decisión de seguir a Cristo. Ansiamos saber de antemano el resultado de nuestra obediencia y a dónde nos va a llevar. Sin embargo, sólo se nos da la seguridad de que él estará con nosotros. Y con esta información solamente, decidimos si nos aventurarnos con él a lo desconocido o preferimos quedarnos en lo que ya conocemos.
Abraham fue el ejemplo perfecto de una persona que está dispuesta a andar con el Señor hacia un futuro incierto. El pasaje de hoy nos habla de la fe de este hombre, al cual Dios llamó para encomendarle una misión. Pero no recibió mucha información en cuanto al lugar hacia donde se dirigiría. Esta historia se registró en Génesis 12:1-3: “Pero Dios había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra." E inmediatamente, dice el versículo 4, "se fue Abram, como el Señor le dijo...” Abraham solamente sabía que Dios lo había llamado y le había hecho una promesa, y eso fue suficiente para que él obedeciera. Ciertamente estaba dispuesto a confiar su futuro al Señor sin reservas de ningún tipo.
Saulo de Tarso, hebreo, fariseo, perseguidor de los cristianos tuvo un encuentro personal con Jesús en el camino a Damasco que cambió su vida de una manera radical para siempre. Dice Hechos 9:6: que Saulo, “temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Hasta ese momento, aquel hombre arrogante y altanero, había estado haciendo lo que él quería, lo que él consideraba apropiado, lo que su voluntad dictaminaba. Desde ese momento en adelante se le diría lo que tenía que hacer. ¡Qué maravillosa transformación! Aquel que había intentado entrar en Damasco como una furia vengativa, lo hacía guiado de la mano, ciego, e impotente como un niño. Esta es la manera en que debemos seguir al Señor, con la inocencia y la confianza de un niño que se deja guiar por su padre sin hacer preguntas.
¿Te atreves a confiar tu futuro al Señor dando un paso de fe? Si sientes temor, arrodíllate ahora mismo y clama a Dios por valor y fortaleza para obedecerle. Pide al Señor que aumente tu fe para marchar adelante con la seguridad de que él conoce el camino y habrá de llevarte a un final victorioso.
ORACION: Bendito y todopoderoso Dios, que has llamado a tus hijos a empresas cuyos finales no podemos ver. Dame la fe para seguirte con valor aunque no sepa adónde voy, sabiendo solamente que tu mano me guía y que tu amor y tu poder me sostendrán siempre. En el nombre de Jesús, Amén.
uente: http://www.diostehabla.com/diaria.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario