miércoles, 24 de noviembre de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿ESTÁS CONSIENTE DEL PODER DE TU LINAJE?

En tiempos antiguos y en la actualidad en sistemas monárquicos, el linaje era y es muy importante para la nobleza en relación con la sucesión de títulos, propiedades y derechos; para nosotros como seguidores de Cristo, ese linaje nos transforma en parte de la familia de Dios y consecuentemente en herederos de las bendiciones del Padre por medio de su hijo, ese linaje nos da poder, del cual nos habla el texto de hoy.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Estás consiente del poder de tu linaje? 

1 Pedro 2:9


“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable."


En una subasta llevada a cabo en un hipódromo de Miami, Florida, un potro de 2 años de edad fue vendido por la exorbitante suma de 16 millones de dólares, estableciendo un record como el caballo de más valor que se haya vendido jamás. El comprador espera que este caballo obtenga muchos premios para él, corriendo en futuras competencias. Lo más interesante del caso es que el potro no ha participado ni en una sola carrera en su vida. Lo que da este extraordinario valor al caballo es simplemente el hecho de contar entre sus antepasados con dos ganadores del famoso evento equino conocido como el Kentucky Derby. Es decir, no es lo que este pura sangre ha demostrado hasta ahora, sino el potencial que él pueda llegar a desarrollar, de acuerdo al linaje de donde proviene. Un experto en la materia dijo: Se puede apostar sin temor a equivocarse a que este caballo es material ganador en el Kentucky Derby. Y aquí se puede aplicar el conocido refrán “De casta le viene al galgo”.


Una de las tácticas más usadas por el enemigo de nuestras almas, es poner en nuestras mentes pensamientos y complejos de inferioridad. El sabe que el concepto que tengas de ti, será un factor primordial en el éxito y la felicidad que alcances en tu vida. Tú hablarás, actuarás y reaccionarás de acuerdo a la persona que tú crees que eres. Si te ves a ti mismo como incapaz, insignificante, poco atractivo o inferior, lo más probable es que lo que logres en tu vida estará a la altura de esos pensamientos negativos. Si, por el contrario, tienes una imagen positiva acerca de tu persona, si crees que eres capaz de lograr el éxito en lo que te propongas hacer, lo más probable es que triunfes en tu empeño.


De lo primero que tenemos que estar consientes los cristianos es que, al aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador, hemos pasado de ser esclavos a ser hijos de Dios, y por lo tanto sus herederos a través de la sangre de Cristo. Dice Gálatas 4:4-7: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.” Y Gálatas 3:29 nos afirma: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.”


Esto debes creerlo de todo corazón, y enfrentarte a cualquier pensamiento de inferioridad con la verdad de la poderosa palabra de Dios. Cuando el enemigo trate de hacerte sentir inferior, cuando a tu mente lleguen pensamientos depresivos o que intenten crear un bajo concepto de ti mismo, recuerda lo siguiente: ¡Tú tienes sangre real! Como nueva criatura en Cristo, tú has heredado un nuevo linaje espiritual. Dios sabe que no eres perfecto, pero él ve en ti a una persona que ha sido redimida a precio de sangre. Mantén tu cabeza en alto y no olvides nunca que eres un hijo o una hija del Rey de reyes y Señor de señores. 


El pasaje de hoy nos dice que somos linaje escogido, que somos pueblo adquirido por Dios. Esta es razón más que suficiente para que tengamos conceptos positivos de nosotros mismos. Al igual que ese caballo vale una fortuna, no por lo que ha hecho sino por la sangre que corre por sus venas, nosotros somos tesoros de valor incalculable para Dios, no por nuestros méritos sino porque fuimos comprados con la sangre de su Hijo. Y al igual que el comprador de ese caballo espera que él obtenga muchos premios en futuras competencias, nuestro Redentor espera que nosotros obtengamos grandes triunfos en nuestras vidas, para la honra y la gloria de su nombre. La Biblia nos asegura que “somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37).


Declara con tus labios esta poderosa verdad, vive una vida de intimidad con tu Padre celestial y marcha adelante confiando en la victoria que espera a todos aquellos que han creído en Jesucristo como Salvador.


ORACION: Padre santo, gracias por la herencia preciosa que me has concedido por medio del sacrificio de tu Hijo. Ayúdame a estar consiente en todo momento de mi condición de hijo tuyo, y a declarar con autoridad que soy más que vencedor, cualquiera sean las circunstancias que me rodeen. En el nombre de Jesús, Amén.



Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

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