lunes, 21 de junio de 2010

ESTUDIOS BÍBLICOS EN LAS IGLESIAS EN CASAS: EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU, PARTE 3 "TUS ACTOS"

EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU  (Parte 3)
TUS ACTOS
Por Gabriel Gil Arancibia (Máster en Teología). 
Pastor principal. Profesor, escritor y conferencista.


Resumen temas anteriores:

1.  El lenguaje del Espíritu, Parte 1: Tus pensamientos (“En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso. Filipenses 4:8 – Versión PDT)

2. El lenguaje del Espíritu, Parte 2: Tus palabras (“Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras”. Proverbios 18:21 - Versión PDT).



El Lenguaje del Espíritu, Parte 3: Tus Actos

Durante los duros años de la Revolución Mexicana (1910-1917), en un pueblo pequeño de Aguascalientes, México, solía ir al almacén del Sr. Salvador Muro para comprar productos frescos.  La comida y el dinero faltaban y el trueque se usaba mucho.
Un día en particular, el Sr. Muro me estaba empaquetando unas papas.  Cuando de repente me fijé en un niño pequeño, delicado de cuerpo y aspecto, con ropa rota pero limpia que miraba atentamente una caja de peras frescas.
Pagué mis papas pero también me sentí atraído por el aspecto de esas peras. ¡Me encanta el dulce de pera y las papas frescas!  Admirando las peras, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Muro y el niño.
- Hola Toño, ¿Cómo estás hoy?"
    – "Hola Sr. Muro.  Estoy bien, gracias, solo admiraba las peras, se ven muy bien".

"Sí, son muy buenas.  Cómo está tu mamá?”  – "Bien.  Cada vez más fuerte".
 
- "¿Hay algo en que te pueda ayudar?"
 – "No Señor.  Sólo admiraba las peras".

- "¿Te gustaría llevar algunas a casa?"
 – "No Señor.  No tengo con que pagarlas".

"Bueno, qué tienes para cambiar por ellas?" – "Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa".

"¿De veras?  ¿Me la dejas ver?  ¡Es una joya!", -replicó Salvador-.  El único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas".  ¿Tienes alguna como esta, pero roja, en casa?"
 – "No exactamente, pero casi", respondió Toño.
– "Hagamos una cosa.  –Llévate esta bolsa de peras a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes".
  – "¡Claro!  Gracias Sr. Muro".
La Señora de Muro, Carmelita, se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo, "Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre. A Salvador le encanta hacer trueques con ellos por peras, manzanas, tomates, o lo que sea.  Cuando vuelven con las canicas rojas, y siempre lo hacen, él decide que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez".
Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre.  Un tiempo después me mudé a Guadalajara pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos.
Varios años pasaron, cada uno más rápidamente que el anterior.
Recientemente tuve la oportunidad de visitar unos amigos en esa comunidad en Aguascalientes.  Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Muro había muerto.
Esa noche sería su velorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos.  Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame.
Delante nuestro, en la fila, había tres hombres jóvenes.  Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos lindos trajes oscuros con camisas blancas. Parecían profesionales.  Se acercaron a la Sra. Carmelita, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo.  Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd.
Los ojos cafes llenos de lágrimas de la Sra. Carmelita, los siguió uno por uno, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos.  Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. De Muro le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas.
Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd.  "Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los trueques de Salvador. Ahora que Chava no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda.  Nunca hemos tenido riqueza", me confió, "pero ahora Salvador se consideraría el hombre más rico del mundo".
Con una ternura amorosa levantó los dedos sin vida de su esposo.  Debajo de ellos había tres canicas rojas exquisitamente brillantes.

¿Qué Aprendemos de esta Historia?

1.   No seremos recordados por nuestras palabras, sino por nuestras acciones.
2.    La vida no se mide por cada aliento que tomamos, sino por las cosas que nos quitan el aliento.
3.    Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla[1].

INTRODUCCIÓN.
La sociedad de hoy, según los sociólogos, carece de principios y valores, o al menos, cada vez son menos las personas que los practican. Esto ocurre, según los expertos, porque la sociedad posmoderna se caracteriza por ser apática a todo lo que tiene que ver con lo moral y ético. Es por tanto, una sociedad hedonista; es decir, que se focaliza en el placer, en lo estético, en lo vanidoso, dejando de lado conceptos como sacrificio, esfuerzo, trabajo, dedicación, etc.

Ante esto, las personas del siglo XXI han perdido la capacidad de creer en la palabra de otras personas. ¿La razón?, “se dice mucho, pero se hace poco”. Hay un dicho en mi país (Chile) que dice: “Padre Gatica, predica pero no practica”. Lo mismo podría ser, “Pastor Gatica, predica pero no practica”. Otro dicho popular de mi tierra es éste: “Capitán Araya, todos van pero él se queda en la playa”[2]. En Ecuador se escucha este dicho: “Muchas cáscaras, pero pocas nueces”, o también, “Una cosa es cacarear y otra poner un huevo”. En Guatemala encontramos el siguiente dicho: “Muchos truenos, pero poca lluvia”. En la costa de Colombia se escucha este refrán: “Mucho tilín-tilín y nada de paletas”. Y así podríamos seguir nombrando cientos de dichos populares que acusan la falta de coherencia entre el discurso hablado y los actos.

Hermenéutica Práctica.
La hermenéutica es la ciencia bíblica de interpretar pasajes escriturales y aplicar dichos resultados a la vida diaria. Cada uno de nosotros somos hermeneutas en potencia, aunque debemos procurar ser guiados por maestros y pastores experimentados. Así entonces, ¿Cómo interpretamos los siguientes versículos para nuestras vidas?

1.    Mateo 5:37, “Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea “no”. Cualquier cosa de más proviene del maligno”.

2.    Mateo 7:20, “Por sus frutos los conocerán”.

3.    Lucas 10:25-28, “Entonces, un experto de la ley se levantó para probar a Jesús: -Maestro, ¿qué tengo que hacer para tener vida eterna? Entonces Jesús le dijo: -¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lo entiendes? Él contestó: -“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” y “ama a tu semejante como te amas a ti mismo”. Entonces Jesús le dijo: -Tienes razón, hazlo y vivirás" (énfasis agregado).

4.    Santiago 1:22, “Pero no es suficiente con solo oír el mensaje de Dios. Hay que obedecerlo, llevarlo a la práctica. Si solo lo oyen, sin hacer lo que dice, se están engañando a sí mismos”.

5.    Santiago 2:24, “Como puedes ver, Dios aprueba a un hombre no solamente por la fe que tenga, sino también por lo que haga”.

La gran lección que en conjunto nos entregan estos versículos bíblicos es ésta: Los cristianos/as debemos caracterizarnos por ser personas de palabra y hechos; es decir, que nuestra vida (actos), esté acorde con nuestras palabras (predicación). Sólo así podremos impactar con el Evangelio a quienes nos rodean.

Dualismo entre Palabras y Actos.
Se llama dualismo (del latín duo, dualis: dos, dual) “a la doctrina que afirma la existencia de dos principios supremos, increados, contornos, independientes, irreductibles y antagónicos, uno del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo”[3].

Siempre ha existido un dualismo, una separación entre las palabras y los actos de las personas. Quien logra conciliar estos elementos ha logrado conquistar el éxito.

¿Cuáles son las formas prácticas para acentuar este dualismo? Veamos solo algunas.

  1. Si dices llegar a cierta hora a un compromiso, llega a la hora acordada. La impuntualidad es una de las formas más comunes de incumplir con nuestros actos.

  1. Si asumes alguna deuda, paga a tiempo lo que debes. El no pagar o atrasarse en las fechas de cancelación, es una forma vergonzoza de perder credibilidad ante las personas y la sociedad.

  1. Si debes entregar un trabajo y has dado tu palabra, apresúrate a cumplir con lo estipulado. No hay nada peor que alguien que dice que cumplirá, pero no lo hace.

  1. Si prometiste salir con tu hijo a jugar, no tardes en cumplir dicha promesa. Nuestros hijos creen en nosotros, somos sus héroes, pero cuando no cumplimos nuestra palabra, ellos se decepcionan y cada vez se alejan de nosotros.

  1. Si predicas de la honestidad, justicia y santidad, que tus actos te acompañen en todo lo que hagas. De lo contrario, quienes te escuchan no creerán en tí y te despreciarán.

  1. Si dices tener fe y creer en Dios, pero constantemente estás dudando de Sus promesas, nunca conseguirás nada en la vida.

  1. Existen cientos de otras maneras de dar un doble discurso, o dualismo entre palabras y actos, ¿cuáles son?

CONCLUSIÓN.
Se cuenta la historia del Santo Agustín de Hipona (354 – 430 d.C.), quien tenía un grupo de discípulos a quienes enseñaba las verdades del cristianismo. Salió un día con ellos a un pueblo cercano, la misión era anunciar el evangelio a esas personas. Ya cerca del pueblo el Santo les da una orden a sus seguidores: “Vayan y predíquenles, y si es necesario utilicen palabras”.

Sus discípulos quedaron sorprendidos por la sabiduría de su maestro, pues en pocas palabras había resumido la Vida y Obra de Cristo. Ellos no preguntaron nada, la lección esa mañana fue bastante clara.

Hoy terminamos la serie EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU, hemos estudiado que el Espíritu Santo quiere enseñar a la Iglesia un Nuevo lenguaje, una nueva forma en la que nosotros debemos comunicarnos: A través de los pensamientos, las palabras y los actos. Cada uno de estos está conectados entre sí.



[1] http://www.exito-motivacion-y-superacionpersonal.com/inspiracion-canicas-rojas.html
[2] Tanto “Gatica” como “Araya” son apellidos comunes en Chile, lugar donde estos dichos son bastante conocidos. Tanto el uno como el otro dicho se refieren a quellas personas que son “pura boca, pero nada de obras”.
[3] es.wikipedia.org/wiki/Dualismo

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