jueves, 3 de junio de 2010

REFLEXIONES SEMANALES: ¿TIENES TÚ ENTRADA AL CIELO?


Hay veces en que en el área espiritual debemos tomar decisiones en la vida, sobre que o a quien seguir o cómo hacerlo; el texto de hoy nos lleva a meditar sobre el camino más directo y seguro de llegar al cielo ante el Padre; y, al final nos propone hacerlo, sé que la mayoría de nosotros sabemos que hay un Dios y creemos en él inclusive, pero no hemos analizado o experimentado la experiencia de llegar a él por medio de su hijo, esa es la propuesta de hoy.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Tienes tú la entrada al cielo? 
Juan 14:1-6
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”


Un hombre llamado Scott Kerman se considera a sí mismo un “colado profesional”, y con razón. El afirma haber asistido a más de trescientos eventos deportivos o conciertos, incluyendo veinticinco juegos de series mundiales de béisbol, sin haber pagado nunca un centavo. De hecho, ha escrito un libro titulado “No ticket? No problem!” (“¿No tienes boleto? ¡No hay problema!”), en el que describe cincuenta maneras de colarse en los conciertos y eventos deportivos. Sin duda, aunque las “coladas” de Scott Kerman plantean toda clase de preguntas éticas, resulta interesante su habilidad para asistir de gratis a espectáculos a los cuales una gran cantidad de personas, aún con la intención de pagar sus boletos, se quedaron con los deseos de entrar.


Ahora pensemos un momento en lo que se necesita para entrar en el cielo. En el pasaje de hoy, Jesús les dijo a sus discípulos que él es el único camino para llegar al Padre. No hay otro camino, no existe otra forma de llegar a Dios que no sea a través de Jesús. Aceptando el sacrificio que él hizo por nosotros y creyendo por fe que su sangre derramada nos limpia de todo pecado y nos justifica delante de Dios. Dice Romanos 5:1-2: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.”


El “boleto” para entrar es la fe personal en Cristo, creer de todo corazón que él pagó la deuda por nuestros pecados y aceptar su oferta de perdón como un regalo. Eso y únicamente eso garantiza la admisión. No hay forma de colarse por las puertas de la gloria, y no tiene ningún sentido tratar de hacerlo. Nadie entrará en la majestuosa presencia de Dios a menos que esté acompañado de Jesucristo mismo. La gente se cuela en esos eventos por el alto costo de los boletos y por la emoción de colarse. El precio de nuestra salvación fue de un valor incalculable para Dios: la muerte de su Hijo, pero para nosotros es de gratis. Solamente tenemos que creer. Cuando el carcelero de la cárcel donde estaban Pablo y Silas les preguntó a ellos:“Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”(Hechos 16:30-31)


Si tú has aceptado a Jesucristo como tu Salvador, dale gracias a Dios por haberte facilitado la entrada a Su presencia el día que partas de este mundo. Si no tienes la seguridad de que tienes la entrada al cielo cuando llegue tu momento, la Biblia dice “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:9-10). Si crees esto en tu corazón, eleva ahora mismo una oración y confiesa tus pecados y pídele al Señor que entre a morar en ti para siempre. Al hacerlo las puertas del cielo estarán abiertas para ti. 


ORACION: Gracias, bendito Dios, por el sacrificio de tu Hijo que nos garantiza la entrada a tu reino celestial. Te ruego que aquellos familiares míos que aun no tienen entrada al cielo, puedan venir al conocimiento de tu Hijo Jesucristo y así tener la seguridad de que pasarán la eternidad junto a ti. En el nombre de Jesús, Amén.


Fuente: http://www.diostehabla.com/diaria.php

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