LA NAVIDAD, ¿MITO O REALIDAD?
Por Gabriel Gil Arancibia, Mtr. en Teología. Profesor, escritor y conferencista.
La Navidad es la fiesta cristiana más importante en el calendario eclesiástico junto con la Pascua. En ella se conmemora el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia Católica y la Protestante celebran la Navidad el 25 de diciembre, en cambio, la Iglesia Ortodoxa la celebra el 7 de enero.
La palabra “navidad” viene del latín natividad que significa “nacimiento”. Los países anglosajones utilizan el término christmas o “misa de Cristo”.
Según historiadores e investigadores del fenómeno religioso el nacimiento de Cristo no fue ni el 25 de diciembre ni el 7 de enero. Una ola de propuestas y disputas al respecto se levantaron a lo largo de la historia. Fechas como 15 y 20 de abril, 20 ó 25 de mayo e incluso agosto y septiembre fueron las más comunes. Pero fue en el 345 d.C. por influencia de Juan Crisóstomo y Gregorio Nacianceno que se proclamó el 25 de diciembre como la fecha oficial de la natividad de Jesús (la Iglesia no quiso arrebatar a los pueblos paganos su principal fiesta imponiéndoles otra, de forma que hizo coincidir la fecha del nacimiento de Jesucristo con el día del solsticio de invierno).
En un principio la festividad de la Navidad tuvo un carácter humilde y campesino, pero a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con la pompa litúrgica que ha llegado hasta hoy, creando progresivamente la iluminación y decoración de los templos, los cantos, lecturas, misterios y escenas piadosas que dieron lugar a representaciones al aire libre del nacimiento del portal de Belén.
La Navidad que hoy se celebra es una creación del siglo XIX. El árbol de navidad, de origen germano, se extendió por otras áreas de Europa y América. En cuanto a las tarjetas navideñas, no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846. La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de san Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad (Holanda y Noruega).
Ahora bien, la Navidad es mucho más que una fiesta religiosa o popular (comercial), es en realidad un regalo de Dios para la humanidad donde él nos entregó a su Hijo para que los hombres y mujeres tengamos una mejor vida, la misma que es posible cuando abrimos nuestro corazón cual pesebre y albergamos al niñito Dios quien con amor y sabiduría guiará nuestras vidas a un destino esperanzador.
La Navidad es también un acontecimiento espiritual que busca acercar al ser humano con Dios, una fecha que nos recuerda que no somos materia solamente, también somos espíritu. La Navidad por tanto es la oportunidad para sensibilizarnos hacia las cosas espirituales, busca que “los hombres tengan paz en la tierra”, y esa paz se obtiene cuando criatura y Creador trabajan juntos en la construcción de un mundo mejor.
¡Feliz Navidad!
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