jueves, 1 de julio de 2010

ESTUDIOS BÍBLICOS EN LAS IGLESIAS EN CASAS: ¿ME AMAS?


¿ME AMAS?
Por Gabriel Gil Arancibia, Máster en Teología. Pastor Principal, Profesor, Escritor y Conferencista.

Introducción.

Una de las características de Jesús era su forma objetiva, sincera y frontal de decir las cosas, así como también preguntar.

Durante su vida Jesús realizó varias preguntas por demás interesantes, así como profundas.


Desarrollo del Tema.

Pero una de las preguntas que más llaman mi atención se encuentra en Juan 21:15-17. En realidad son tres preguntas en una.

Lamentablemente la versión de la Biblia Reina-Valera ha traducido mal este pasaje. Por eso, utilizaremos la Nueva Versión Internacional:

15 Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro:
   —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?
   —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro.
   —Apacienta mis corderos —le dijo Jesús.

16 Y volvió a preguntarle:
   —Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
   —Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
   —Cuida de mis ovejas.

17 Por tercera vez Jesús le preguntó:
   —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
   A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo:
   —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.
   —Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.


¿Cómo explicamos este pasaje? Después de la triple negación a Jesús (leer Marcos 14:66-72), Pedro necesitaba una atención especial.

En su respuesta a la doble pregunta de Jesús, ¿me amas? (v.15) ¿me amas? (v.16), Pedro utiliza una frase menos enfática (menos comprometedora), sin atreverse a proclamar una completa devoción. Pedro utiliza el verbo phileo: Te quiero.

En el concepto greco-romano existían tres tipos o niveles de amor. Debemos recordar que el evangelista Juan fue influenciado por el pensamiento griego al momento de escribir su libro (alrededor del 85 a 95 d.C.). Así entonces los tres tipos de amor son:

© eroz Eros: Se refiere al “amor erótico”. Es aquella atracción física, sensual y sexual, que siente un hombre por una mujer y viceversa. En este tipo de amor no existe un compromiso de ambas partes.

© jilew Phileo: Se refiere al “amor fraternal”. Es sentir simpatía por alguien o algo, ser aficionado. Este tipo de amor no encierra mayor compromiso con el objeto de amor.

© agaph Ágape: Se refiere al “amor incondicional”. El exégeta bíblico Yattenciy Bonilla describiría el amor ágape como “dejar de ser yo para que el otro sea”. Este amor es darse por entero al ser amado sin esperar nada a cambio.

Jesús al darse cuenta que Pedro no albergaba en su corazón más que un amor phileo, utiliza el mismo verbo para realizar la tercera pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. En otras palabras Jesús le dice a Pedro: “Esta bien Pedro, ya que aún no eres capaz de amarme (ágape), entonces, ¿me quieres? (phileo), ¿simpatizas conmigo?, ¿fraternizas con mi causa?”.

La reacción de pedro ante esta tercera pregunta es de tristeza: “A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?»   Los expertos en Biblia aseguran que Pedro se entristece porque la pregunta de Jesús lo confrontó consigo mismo, él se dio cuenta que a pesar de haber vivido con el Maestro tres años, de haber visto sus milagros, de haberle negado y no recibir condena por ello, de verlo morir en la cruz por sus pecados; aún así no era capaz de amarlo incondicionalmente.

Por eso la respuesta de Pedro: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero”. En otras palabras, “Señor, perdóname, aún no soy capaz de amarte”. A pesar de ello Jesús le da una misión: “Apacienta mi iglesia”. Al hacer esto, Jesús está restituyendo a Pedro, lo perdona por la negación de días anteriores. Por eso Jesús le dice a Pedro: “A pesar de que aún no me amas, confío en ti; te amo. Cuida de los míos” (Juan 21:17).

Conclusión.

No hay comentarios: