domingo, 3 de octubre de 2010

SERMÓN DOMINICAL: CORRER CON LOS CABALLOS

Iglesia CRISTO EN CASA
Sermòn del domingo 03 de octubre del 2010
Gabriel y Fabiola Gil , Pastores

CORRER CON LOS CABALLOS
Por Gabriel Gil Arancibia, Màster en Teología. Escritor, profesor, conferencista. Pastor Principal

Caballos Corriendo

Jeremías 12:5, "Si quedas agotado cuando compites con los que corren a pie, ¿Cómo vas a poder competir con los caballos? (Versión Palabra de Dios para Todos PDT).

Introducción.
El versículo en cuestión fue escrito por Jeremías, hijo de Hilcías. Era un profeta del pueblo sacerdotal de Anatot y quizás descendiente de Abiatar. El significado de su nombre es incierto, pero puede que sea "Jehová exalta". Más se sabe de la vida personal de este profeta que de ningún otro del A.T., debido a los indicios que nos ofrece de su pensamiento, preocupaciones y frustraciones.

A Jeremías se le prohibió casarse o tener hijos como señal de que se acercaba el juicio y que la próxima generación sería barrida. Su más cercano colaborador y amigo era el escriba Baruc. Aparte de éste tenía muy pocos amigos. En parte, esto se debía al mensaje de condena de Jeremías, contrario a las esperanzas del pueblo y que entre otras cosas instaba a la rendición ante los babilonios. A pesar de este mensaje, su demoledora condena a los líderes judíos y su aversión por la idolatría, le dolía profundamente el infortunio de su pueblo, debido a que para él la salvación de Israel no podía separarse de la fe en Dios y la obediencia a las estipulaciones del Pacto.

Jeremías profetizó en Judá durante los reinados de Josías, Joaquín, Joacim y Sedequías. Su llamado tuvo lugar en el 626 a.C. y su ministerio continuó hasta poco tiempo después de la caída de Jerusalén en el 586 a.C. El profeta Sofonías precedió ligeramente a Jeremías, y Nahum, Habacuc y Abdías fueron sus contemporáneos. Ezequiel, más joven que él, profetizó en Babilonia entre los años 593 y 571 a.C. (1)

Jeremías 12:5 está inserto en lo que los expertos han llamado "el 2º lamento de Jeremías", el cual se encuentra en 12:1-6. El libro de Jeremías contiene 6 lamentos, por lo que se ha apodado erróneamente a este hombre como "el profeta llorón". En realidad, sus lamentos o quejas son pertinentes, relevantes y muy objetivos. (2)

El segundo lamento de Jeremías se puede resumir así: "¿Por qué a los malos les va tan bien?". Una pregunta extraordinaria, cargada de dolor e impotencia. La respuesta de Dios la encontramos en 12:7-13, y se puede sintetizar de la siguiente manera: "Dios está en control, los malos serán castigados en esta vida o en la venidera".

Ahora, concentrémonos en 12:5. ¿Qué quiere decirle Dios al profeta con esta metáfora? Lo siguiente: "Los problemas siempre existirán, ya no te quejes más, procura que éstos te motiven a correr ¡con fuerza!, hacia la victoria".

Entrevista a Javier Arévalo, Teniente del Ejército Ecuatoriano (retirado).
1. ¿Cuál es tu profesión actual? Soy Maestro de Equitación, me especializo en Salto.
2. ¿Qué tan veloz puede correr un caballo? He visto casos de hasta 80 Kilómetros por hora.
3. ¿Qué tan alto puede saltar un caballo? Para estos nobles animales, saltar 1,70 metros es algo posible, aunque el récord mundial de salto es de 2,51 metros, y pertenece a un jinete chileno, de la ciudad de Quillota.
4. ¿Cuanto puede jalar o arrastrar un caballo? Tres veces su peso, o sea, unos 1.500 kilos. Aunque han habido casos de caballos que han arrastrado 4 toneladas.

Algunas Verdades de este Pasaje (Jeremías 12:5)

1. CANSANCIO. Los cristianos no estamos excentos de los problemas, las crisis, el dolor, las enfermedades. Esto puede producir en nosotros cansancio, agotamiento, frustración, ¡y es completamente legítimo! Dios no nos reprocha el cansancio (Salmos 69:1-3, "Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios"). 

2. QUEJAS. Dios permite que nos cansemos y no nos reprocha, pero no soporta que nos quejemos. Es decir, podemos quejarnos de vez en cuando (somos humanos), pero no hacer de las quejas y las lamentaciones nuestro estilo de vida (Números 17:5, "Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar delante de mí las quejas de los hijos de Israel conque murmuran contra vosotros").

3. CONFIANZA EN DIOS. Aprendamos a depositar toda nuestra confianza en Aquel que fue capaz de vencer al mundo (Juan 16:33, "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo").

4. FUERZA, VALOR, RAPIDEZ, COMPROMISO. Aprendamos de los caballos, aprendamos de su fortaleza, de su valor y de su rapidez. Focalizemos nuestra mirada hacia adelante, visualicemos las bendiciones que están en la meta. Corramos, corramos, corramos; es necesario dejar de caminar y comenzar a correr, el esfuerzo exige compromiso (Hebreos 12:1-2, "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecadoo que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús". Filipenses 3:13.14, "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago: Olvidando ciertamente lo queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús").

Conclusión.

1ª Profecía: Esta iglesia, CRISTO EN CASA, ha caminado por dos años por la senda de Cristo. Hemos avanzado oa paso lento pero seguro. Ahora es tiempo de correr; esta iglesia alcanzará niveles de crecimiento integral nunca antes vistos, para esto será necesario "correr con los caballos".

2ª Desafío: Hay personas aquí que están cansadas, agotadas y frustradas. Algunos de ustedes quieren "aflojar", pero el Señor te dice: "Adelante, no frenes, la meta está cerca. La bendición ya viene, la solución a tus problemas vendrá en el momento menos pensado, pero debes aprender a correr con los caballos".
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1. Biblia de Estudio Plenitud, Editorial Caribe, 1994.
2. Los lamentos de Jeremías son seis, Jeremías 11:18-23, 12:1-6, 15:10-21, 17:14-18, 18:18-23, 20:7-18.

1 comentario:

Darad dijo...

Gracias Hermano por compartir esta palabra. Dios lo bendiga más.